El presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, anunció ayer que su Ejecutivo está estudiando la posibilidad de intervenir la Caja Rural de Extremadura y paralizar el SIP de Caja Badajoz para frenar "el expolio" que Grupo Ibérico y Caja3 están practicando sobre sendas entidades financieras extremeñas y sus trabajadores. "Se ha llegado demasiado lejos en algunas prácticas y no todas las cajas son iguales", apuntó Monago, que asegura que el Gobierno de Extremadura "no descarta nada" para preservar los intereses de Extremadura en el proceso de fusiones. El presidente ha mostrado su apoyo incondicional a los empleados de ambas cajas ante los inminentes despidos y ha criticado muy duramente al PSOE y a su secretario regional, Guillermo Fernández Vara, por "ponerse de perfil y no asumir su responsabilidad en el proceso".

Ante las presiones internas y amenazas que los sindicatos han denunciado en Caja Rural de Extremadura tras el nombramiento de Ramón Prieto como nuevo presidente y el intento de absorción por parte de Caja Rural del Sur, Monago ha señalado que la Junta estudia intervenir la entidad amparándose en la Ley de Cooperativas de Crédito. "Quien manda en Caja Rural de Extremadura no son los directores generales, sino la asamblea, cuyo representante máximo es sin duda alguna su presidente", manifestó Monago, que además recomendó a los responsables sevillanos "que se centren en Andalucía y dejen a Caja Rural reorganizarse y tomar sus propias decisiones desde Extremadura".

Sobre Caja Badajoz, el presidente ha planteado la ruptura del SIP tras denunciar la situación de los trabajadores y el "expolio" que está sufriendo la entidad, cuyo patrimonio neto ha pasado de 469 millones a 41,5 en dos años. Monago explicó que la reducción se debe a que el capital aportado por la entidad extremeña al Grupo Caja3 se ha destinado "a tapar las grietas de los activos tóxicos" de la CAI y Caja Círculo de Burgos y por este motivo, la Junta ha pedido una reunión urgente al presidente del grupo. En el encuentro le exigirá un trato igualitario para Caja Badajoz, una negociación justa que respete a los trabajadores extremeños y que el valor de la aportación de la entidad pacense al SIP "sea muy superior a ese indignante 29% que tiene en la actualidad". "Vamos a ir a por todas, y que tengan en cuenta que si nuestras demandas políticas en defensa de los trabajadores no son atendidas, el Gobierno de Extremadura no descarta nada, ni siquiera romper el SIP", reiteró Monago.

REACCIONES En respuesta al amago de intervención de la Junta, el Consejo Rector de Caja Rural del Sur (órgano de gobierno del Grupo Ibérico, al que pertenece Caja Rural de Extremadura) informó anoche de que pondrá en conocimiento del Banco de España los hechos acontecidos. Asimismo, solicitará una reunión con el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, "para conocer de primera mano la posición de la Administración extremeña en relación con el futuro del SIP y de la Caja Rural de Extremadura". El Consejo Rector, que ha reiterado su voluntad de continuar con la integración tras recordar que fue autorizada en su día por la propia Junta, también ha recabado a los asesores jurídicos externos del SIP --el despacho KPMG Abogados-- para analizar el impacto y las consecuencias que el conflicto surgido con la región puede tener sobre la fusión. Al contrario que Grupo Ibérico, Caja3 no respondió al líder del Ejecutivo regional y tampoco el presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, quiso valorar sus palabras. Sí se pronunció el secretario regional del PSOE, Guillermo Fernández Vara, que acusó a Monago de frivolizar con los ahorros de los extremeños. "Si no se dan los supuestos y doy por hecho que no se dan porque si no se estaría haciendo omisión de deber, el daño que se puede causar a la institución con estas amenazas es tremendo", dijo según recoge Efe sobre la posible intervención a Caja Rural. Respecto a Caja Badajoz, Vara ha recordado que todas las decisiones se han tomado "por unanimidad". "No se puede amenazar en una rueda de prensa a una entidad financiera porque este asunto exige mucha discreción. No hay que amenazar, sino actuar cuando haya que hacer", sentenció.

Por su parte, el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, manifestó una vez más que la coalición ha sido la única en oponerse desde siempre a la "bancarización" de las cajas y reiteró su apoyo a ambas entidades para dar marcha atrás a la integración. También se manifestó el líder de UGT, Francisco Capilla, que criticó la postura "tardía y demagógica" del presidente.