Cinco millones de euros, para construir o mejorar infraestructuras con las que atajar la escasez de agua que está llevando a una situación límite al campo extremeño y en especial a la ganadería. La Junta de Extremadura ampliará por un lado las ayudas a la bioseguridad (dotadas con cuatro millones de euros) para atender junto al problema de la tuberculosis el de la sequía en las explotaciones ganaderas, creando o mejorando bebederos, charcas o pozos de sondeo. Y por otro lado, destinará otro millón más a realizar obras para paliar la escasez de agua en las zonas de dehesas boyales o pastos comunales de la región. Es el compromiso que la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García, traslado ayer a los representantes de las organizaciones agrarias extremeñas, en la reunión que mantuvieron y a la que asistió también el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

Junto a eso, se adelantarán 19 millones de euros en ayudas del Plan de Desarrollo Rural, solicitadas en la campaña de 2019: son 12 millones de las ayudas a zonas con limitaciones naturales y otros siete de las ayudas a la apicultura agroambiental.

Las organizaciones agrarias habían solicitado a la Junta ese encuentro para buscar medidas con las que atajar los efectos que la escasez de precipitaciones está teniendo en el campo (hablan de pérdidas millonarias especialmente en la ganadería, pero también en campañas agrícolas importantes como la del cereal, la uva o la aceituna) y ayer se sentaron en la mesa con una batería de propuestas en ese sentido.

sin acciones concretas/ Al término de la reunión, destacaron la actitud «positiva» de la Junta aunque desde Apag Extremadura Asaja consideran que las medidas planteadas son «insuficientes para atajar la dramática situación que atraviesa el campo», destacó el presidente de la organización agraria Juan Metidieri. A su juicio, todas las soluciones que se han aprobado «solo pasan por adelantar un dinero que ya tenían asignados los agricultores; no hay acciones concretas para solucionar el problema como préstamos o mejoras en la financiación», destacó. Precisamente esta organización agraria había pedido a la Junta una línea de préstamos que permitiera inyectar liquidez al sector «pero solo hemos obtenido la negativa por respuesta», indicó.

Por parte de UPA destacan que las ayudas a la biodiversidad vayan a servir también para atender los problemas de la sequía en los ganaderos, pero consideran que deben abordarse «con urgencia» otras medidas como revisar los indicadores que utiliza Agroseguro para determinar si hay. «Hay que modificarlos, pero no basta que sea para la próxima campaña, debe ser para esta campaña porque los ganaderos tienen ahora el problema y el seguro debe responder. Hay una disfunción evidente porque no puede ser que con una situación tan grave esos indicadores no detecten sequía», lamentó Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE. Según Huertas, la Junta se comprometió ayer a trasladar al Ministerio de Agricultura el problema con los seguros agrarios

UPA también propuso en ese encuentro que se solicite la utilización del Fondo de Catástrofes Naturales que la UE prevé para situaciones excepcionales, que se flexibilicen medidas de la PAC que las explotaciones no podrán cumplir y que se diseñen herramientas para dar liquidez a los afectados.