El director general de Medio Ambiente, Guillermo Crespo, reiteró ayer en la Asamblea que el proyecto de la refinería de Tierra de Barros está en fase de estudio ambiental por parte del Grupo Gallardo, que debe presentar dicho estudio al Ministerio de Medio Ambiente. Crespo añadió que los promotores aún no han presentado la autorización ambiental integrada para su aprobación por la Junta.

En cuanto al proceso seguido hasta ahora, el director de Medio Ambiente explicó que en mayo del 2006 el ministerio remitió a los posibles interesados la memoria resumen del proyecto, para que hiciesen sugerencias. La Junta contestó en junio, y en diciembre el ministerio envió el resultado de esta fase de consultas previas. Crespo afirmó que todo el procedimiento se realizará como se hace con cualquier proyecto, sin vetos previos, sino aplicando la legislación existente.

Desde el PP, el diputado Anselmo Díaz Cabello afirmó que lo que prima en la refinería no es la legalidad, sino una decisión política del PSOE, que llevará a cabo si gobierna "por encima de la campana gorda". El parlamentario pidió que se apliquen al proyecto los criterios aplicados para denegar una fábrica de cemento en Almendralejo, tales como deterioro atmosférico y daños a la agricultura y al paisaje. Además, aludió a las críticas del presidente de la Junta al informe de Medio Ambiente como una forma de presión.

Desde IU, el diputado José Antonio Jiménez apuntó que la Junta ya ha tomado una decisión, y calificó la actuación del Ejecutivo extremeño como "chapucera" y "sectaria".