La Junta de Extremadura avalará los proyectos de desarrollo rural que se presenten en la región y que no cuenten con recursos económicos suficientes. Se trata de que ninguno de ellos quede desasistido, y el mundo rural constituya un núcleo de empleo, habitabilidad, servicios y calidad de vida, según anunció ayer el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, tras la constitución del Consejo Regional de Desarrollo Rural de Extremadura, el primero de estas características que nace en España.

El jefe del Ejecutivo regional señaló que la "desastrosa financiación local que hay en España imposibilita que haya proyectos que salgan adelante". En esos casos, cuando los ayuntamientos no puedan asumir sus costes, habrá otras vías de financiación como las diputaciones provinciales y, en última instancia, la Junta.

Esta fue uno de los acuerdos del recién constituido Consejo Regional de Desarrollo Rural de Extremadura, un organismo que, según Rodríguez Ibarra, nace como "un órgano vivo, que sirva para todos, pueda hacerlo sin ninguna limitación".

Esta institución se crea teniendo en cuenta la experiencia extremeña en el ámbito rural, una cuestión que debe ser objeto de debate nacional, manifestó, porque "el hiperdesarrollo urbano que en estos momentos existe es un modelo de vivencia y convivencia condenado al fracaso".

El Consejo está formados por el propio Ibarra, cuatro consejeros, los presidentes de las diputaciones, el de la Fempex y el de la Red de Desarrollo Rural de Extremadura (Redex), y todos los presidentes de las mancomunidades y entidades de desarrollo rural. Entre sus cometidos está el de realizar las propuestas para la elaboración de un Plan Especial de Desarrollo Rural, y analizará el impacto de los proyectos europeos en esta materia.