La Junta de Extremadura comenzará en la primera quincena de septiembre los trabajos para evitar la erosión en las zonas quemadas de Las Hurdes, en el incendio que la semana pasada arrasó más de 3.200 hectáreas en esa comarca del norte de Cáceres. Así lo ha anunciado hoy el director general de Medio Ambiente, Guillermo Crespo, tras la reunión mantenida con los alcaldes de Nuñomoral y Caminomorisco. En esta reunión se ha informado a los ayuntamientos afectados de las medidas que se pondrán en marcha y que se desarrollarán de manera coordinada, así como del plan de recuperación para la zona aprobado por la Junta de Extremadura y que cuenta con una inversión de 3,3 millones de euros, según la agencia EFE. Con estas reuniones, que se sucederán con otros ayuntamientos de Las Hurdes, se pretende también, según Crespo, "obtener una imagen real de cuál ha sido el primer impacto y de ver en qué medida podemos evitar que ese impacto sea mayor". El responsable de Medio Ambiente de la Junta ha explicado que, al igual que se hizo en los incendios del año 2003, se va a tratar de "sujetar los suelos para que haya una regeneración fuerte" y para evitar que con las lluvias lleguen a los ríos las cenizas y el lodo y contaminen las aguas. Para ello, se emplearán técnicas que han dado muy buen resultado como el establecimiento de curvas de nivel con los propios troncos de la madera afectada por el fuego para crear pequeños diques. En otras zonas más complicadas, ha explicado Guillermo Crespo, se tendrán que hacer diques de mampostería para sujetar la tierra en los cauces de grandes profundidades. Ha expuesto otras técnicas para evitar la erosión y ha agregado que de lo que se trata es de poner "cientos de obstáculos que obligan a que el suelo quemado se quede sedimentado con todas su semillas", lo que permitirá también que haya una regeneración natural muy fuerte. El director general ha destacado la importancia de actuar con rapidez para "tener hecha buena parte de este trabajo" antes de que lleguen las lluvias del otoño.