Casi dos años después, el gran matadero del ibérico de Zafra al fin tiene vía libre para iniciar su construcción. La Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad ha concedido la Autorización Ambiental Integrada (AAI) a la industria que promueven las empresas Señorío de Montanera, Ibercom, Estirpe Negra, Villar, Montesano, Grupo Alejandro Miguel y Campofrío bajo las siglas de Cibex (Complejo del Ibérico Extremeño), que aspira a sacrificar más de 2.000 cerdos al día. La consejera del ramo, Olga García, firmó en la mañana de ayer la autorización favorable y el expediente se publicará en los próximos días en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), si bien a efectos administrativos la resolución tiene efecto desde ayer.

La portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que este es un paso previo indispensable y necesario para que los promotores puedan solicitar la liciencia de obra al Ayuntamiento de Zafra y, «en definitiva», iniciar la construcción del matadero, algo que ahora dependerá de los trámites y la gestión municipal.

Ya con el trámite ambiental resuelto, los promotores mantienen sus últimas previsiones en cuanto a fechas, que pasan por iniciar la obra ya el próximo mes y que el matadero entre en funcionamiento en 2021. «Queremos empezar hacia el 20 de marzo si el tiempo nos los permite», señala Enrique Espárrago, presidente de Señorío de Montanera y del consejo de administración de Cibex. Según explica, el consejo se reunirá la próxima semana para ultimar todos los detalles relativos al proyecto de obra, entre ellos las empresas que se encargarán de ejecutar los trabajos.

La inversión inicialmente prevista para una primera fase del matadero se moverá entre los 16 y los 18 millones de euros. Se instalará en un terreno de 50 hectáreas que el Ayuntamiento de Zafra ha puesto a disposición de los promotores por un precio de 150.000 euros, donde se proyecta la construcción de más de 18.000 metros cuadrados en los que se instalarán cuadras (2.003 metros), la zona de matanza (2.104) y la zona de despiece y almacenamiento (8.066 metros).

CIEN EMPLEOS / La industria tendrá una capacidad de sacrificio de 2.160 cerdos al día y una capacidad de producción de 291 toneladas de canales por jornada. La previsión es crear un mínimo de cien puestos de trabajo, entre directos e indirectos, una vez que esté en funcionamiento.

Gil Rosiña quiso destacar ayer el papel del Ejecutivo regional y la importancia de que este tipo de proyectos «que van a ser generadores de empleo y riqueza» comiencen a ser una realidad. Así, frente a las voces que dudaban de que el proyecto finalmente se convirtiera en realidad, señaló que la Junta está «para ayudar a la gente desde la burocracia, desde los permisos, desde los papeles y con el paraguas siempre de la legalidad» para hacer posible que en la región se empiecen actividades económicas nuevas que den posibilidades a la gente de las zonas rurales.

DOS AÑOS DE TRÁMITEs / Pero lo cierto es que pese a la importancia del proyecto, la empresa lleva ya dos años de trámites que se han visto retrasados por diversos factores, uno de ellos la reasignación de cometencias ambientales entre consejerías tras las elecciones autonómicas de 2019. Ahora, los promotores están a la espera de que la Autorización Ambiental Integrada se publique el DOE, pues todos los requisitos que se recojan en el expediente han de ser tenidos en cuenta sí o sí a la hora de ejecutar el proyecto.

El pasado mes de diciembre, la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad ya publicó el informe de impacto ambiental favorable al proyecto del matadero y sala de despiece de Zafra al prever que ni las actuaciones necesarias para su puesta en marcha ni la explotación tendrán «efecos significativos sobre el medio ambiente». No obstante, sí establecen una serie de condiciones que deberán cumplirse para no afectar a los hábitats naturales de interés que hay en la zona, aunque están fuera de la Red Natura.

Uno de esos requisitos es una concesión de aguas públicas para el abastecimiento de la industria (al margen del abastecimiento municipal de Zafra) que queda sujeta a que la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Además, durante la obra deberán reducir al mínimo los movimientos de tierras y todas las aguas residuales de la industria deberán conducirse a una depuradora.