Extremadura va a poner en marcha una nueva modalidad de vivienda protegida, más pequeña y asequible, para facilitar el acceso de los jóvenes y otros colectivos vulnerables a una casa. Se trata de inmuebles de 60 o 75 metros cuadrados ampliables en un futuro a 90 y pensados sobre todo para las zonas rurales, con un precio inicial rondará los 60.000 euros.

El Consejo de Gobierno aprobó ayer el decreto que regula esta nueva tipología de viviendas, cuyo objetivo es «disminuir significativamente el esfuerzo económico que deben hacer personas y familias en el momento de adquirir una vivienda». Según explica la Junta, el reducido tamaño inicial de estas casas traerá consigo que durante la ejecución de la obra el propietario pueda hacer frente a unos pagos más asequibles, algo que beneficia especialmente a los más jóvenes.

De acuerdo a la normativa aprobada ayer, dentro de esta nueva tipología de vivienda protegida se establecen dos categorías: la vivienda protegida ampliable, que puede ser promovida de forma pública o por parte de constructoras privadas, y la vivienda autopromovida ampliable. Los inmuebles deben ser unifamiliares (no bloques de pisos) ubicados en solares independientes con una superficie máxima de 175 metros cuadrados en el primer caso y de 300 en el segundo. Las dos modalidades contarán con subvenciones públicas de acuerdo a los planes de vivienda vigentes en el momento (en el actual, se moverían entre 6.000 y 15.000 euros).

AMPLIACIÓN / En un principio, estas viviendas deberán contar con una superficie útil de 60 o 75 metros cuadrados y un garaje de 20. El precio será de 1.041 euros por metro cuadrado útil, de forma que este se moverá entre los 60.000 y los 78.000 euros, en fución de la superficie.

El régimen jurídico al que están sometidos estos inmuebles permitirá que el beneficiario pueda ampliar la vivienda en un futuro a satisfacción de sus necesidades, siempre respetando los términos contenidos en la calificación definitiva, las exigencias urbanísticas y los límites de superficie tradicionalmente vinculados a la vivienda protegida. De esta forma, la superficie máxima que podrán alcanzar será de 90 metros cuadrados para la vivienda, con un garaje de 25 y un trastero de ocho.

Esta nueva visión de la vivienda protegida nace tras un estudio de los técnicos de la Administración para hacer hogares más baratos y asequibles a la población que las tradicionales Viviendas de Protección Oficial (VPO).

Ello se debe a que no solo han cambiado las necesidades económicas de la población, sino también el modelo de familia: las parejas jóvenes no tienen tantos hijos y con dos dormitorios para muchas es suficiente. Después, a medida que incrementen sus posibilidades económicas, tienen la opción de ampliar esa vivienda. Una ampliación que ahora no es posible en la VPO tradicional: si se modifica, se reforma, se transmite a un tercero o se alquila, hay que pedir una autorización a la Junta de Extremadura.