Como "estable", definía a mediodía de ayer el mando único del Plan Infoex la situación del incendio que se declaró en torno a las 23.35 horas del pasado lunes en el paraje del Collado de las Yeguas, en término municipal de Jerte, y que ha afectado a una zona de alto valor ecológico, incluida dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. En todo caso el mando único supeditaba el control definitivo de las llamas a la evolución del viento en la madrugada.

Durante la jornada de ayer, los medios aéreos y terrestres desplegados en la zona continuaron con su labor de extinción y control de las llamas, mientras que la indignación e impotencia era el estado de ánimo generalizado entre los los habitantes del Valle del Jerte y la Vera, especialmente de las localidades de Jerte, Tornavacas, Cabezuela y Aldeanueva, que son las más próximas al incendio, "por las consecuencias negativas" que va a traer el fuego para la zona. La Junta señaló en nota de prensa que "la mala accesibilidad de la zona ha dificultado las labores de remate de extinción", realizadas por los retenes. No obstante a mediodía se aseguraba que la combustión del matorral "no está avanzando, pero el incendio no puede darse aún por controlado".

Pocos minutos después el alcalde de Jerte, Antonio García situaba la superficie quemada "entre trescientas y cuatrocientas hectáreas", mostrándose partidario de tomar algún tipo de medida para acabar con la lacra de los incendios.

Por último el presidente de la Junta Rectora de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, Eduardo Alvarado, no descartó la posibilidad de aplicar algún plan de recuperación de la zona afectada, "pero eso es algo que se verá en el futuro. En primer lugar hay que esperar a tener datos exactos de la superficie quemada", y que cantidad que pertenece a la reserva natural.

Mientras en Torre de don Miguel las alarmas se dispararon también en la mañana de ayer con un incendio que logró controlarse a las siete de la tarde y que afectó a 15,4 hectáreas de pinar y matorral.