La Junta de Extremadura ha dejado en suspenso la política de pactos con el PP debido a la designación del presidente del PP de Extremadura, Carlos Floriano, como cabeza de lista al Congreso de los Diputados por la provincia de Cáceres.

Así lo anunció ayer el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien señaló que el acuerdo que lograron en julio sobre diversas materias se encuentran en la actualidad en "suspenso". Al mismo tiempo exigió al PP que aclare "cuanto antes" su liderazgo, para tener un interlocutor en la Asamblea de Extremadura "con el que poder avanzar en las conversaciones y los pactos iniciados".

Fernández Vara aclaró al respecto que los pactos por los que ambos decidieron crear comisiones paritarias para abordar la segunda descentralización, la futura Ley de Educación y el fortalecimiento del sector financiero, así como una mesa sobre agricultura e iniciar la reforma del Estatuto de Autonomía, fue hecho entre él como presidente de la Junta y Floriano como líder del grupo parlamentario del PP, "y ahora ya no se puede seguir dialogando con el dirigente popular de estas cuestiones, la culminación de los acuerdos quedará en suspenso en tanto se tiene a una persona del PP con la que trabajar, aunque las comisiones mantendrán su actividad y seguirán trabajando", matizó.

DISCREPANCIAS Es una de las consecuencias de la designación de Carlos Floriano como número uno por Cáceres a los comicios generales, y de sus declaraciones respecto a su cambio del Senado por el Congreso de las que ayer se hizo eco el diario Público. En una breve entrevista a este diario Floriano indica: "Es el momento de cerrar la etapa de política regional. El paso al Congreso --añade-- me permitirá tocar de lleno la que abarca al conjunto de los ciudadanos. Estoy muy contento". Unas afirmaciones que ayer motivaron múltiples reacciones.

La postura de Fernández Vara fue de "respeto personal" hacia la decisión del presidente del PP extremeño, aunque hizo constar que a él los extremeños le "encargaron" tras las elecciones autonómicas ser el presidente de la Junta y a Floriano ser el jefe de la oposición, por lo que se preguntó "qué pensarán ahora los extremeños que votaron al PP".

Desde el PP extremeño, su secretario general, César Día Solís, hizo constar que la marcha del presidente del partido al Congreso de los Diputados no supondrá "de ninguna manera" su salida de la política regional. Y añadió que la continuidad de Floriano al frente del grupo parlamentario en la Asamblea de Extremadura, pese a que no ocupe un escaño en la Cámara regional, está recogido en los estatutos del PP; recordando que esa situación ya se dio en la etapa de Juan Ignacio Barrero cuando fue elegido presidente del Senado.

Pero frente a esta consideración de los populares, el PSOE, a través de su portavoz en la región, Francisco Fuentes, exigió ayer a Carlos Floriano que dimita ya como diputado regional. Fuentes señaló que aunque cuando Floriano vaya a tomar posesión como diputado nacional "habrá de dimitir necesariamente como parlamentario regional, porque así lo marca la ley", en este caso se dan "unas circunstancias que recomiendan que presente su dimisión ya".