El consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente en funciones, José Luis Navarro, quiso restar ayer importancia al informe de la Unesco sobre el grave riesgo que, a juicio de esta organización internacional, supone el proyecto de Refinería Balboa y su oleoducto para la conservación de Doñana. "La Unesco no tiene capacidad de decisión sobre la evaluación de impacto ambiental y su informe ni siquiera forma parte del proceso", manifestó antes de participar en la inauguración del Seminario Anual de Automática, Electrónica Industrial e Instrumentación en Badajoz.

El consejero en funciones subrayó, siguiendo esta misma línea, que es "algo conocido desde el primer momento que se empezó a estudiar --el proyecto-- que iba a atravesar varios espacios protegidos". Y, por ello, advirtió que "parece lógico que se extreme la rigurosidad y la prudencia" sobre los impactos posibles en estos parajes naturales. "Algo que se ha contemplado desde el principio, con sus medidas preventivas y correctoras", explicó.

Bajo su punto de vista, el pronunciamiento de la Unesco tan solo "pone de manifiesto que hay que hacer las cosas muy bien hechas y con mucho cuidado; no hay que darle más valor que ese".

Por su parte, su homólogo andaluz, José Juan Díaz Triño, volvió a recalcar --en alusión a los informes que su Consejería de Medio Ambiente ha remitido al ministerio-- que "está haciendo bien los deberes, llamando la atención sobre lo que se debe hacer en cualquier proyecto industrial".

Díaz Triño también explicó que, durante el Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, celebrado el pasado viernes, "quedó de manifiesto" que las alegaciones de su departamento van en la dirección de "extremar las cautelas medioambientales para que se cumplan todos los requisitos y no se ponga en riesgo la riqueza medioambiental" de Doñana.