La Junta de Extremadura destinará en torno a diez millones de euros a la consolidación y modernización de los regadíos, según ha adelantado el secretario general de Desarrollo Rural y Territorio, Manuel Mejías

El Consejo de Gobierno tiene pendiente de aprobar un decreto en el que se establecerán las bases reguladoras de estas subvenciones, que serán financiadas con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Extremadura (2014-2020).

La cuantía máxima de la ayuda a conceder se eleva a 600.000 euros.

A estas subvenciones se ha referido Mejías durante la reunión que ha mantenido junto a las comunidades de regantes de las zonas oficiales de Extremadura, que se he celebrado en Don Benito.

En el encuentro Mejías ha informado a los regantes sobre esta línea de trabajo, dentro del objetivo del Ejecutivo regional de ampliar y mejorar los regadíos, ha recordado.

Por todo ello, se promoverán inversiones para la mejora de la eficiencia de los sistemas de riego y el ahorro de agua; la reducción de pérdidas en redes de transporte y distribución; y el aprovechamiento conjunto y óptimo de recursos hídricos de distintas procedencias.

Otros objetivos son la incorporación y/o sustitución de caudales de agua para riego; la mejora de la calidad del agua; la gestión integral y optimizada de la explotación de la zona de regadío; la mejora de las condiciones medioambientales; y el fomento de la gestión conjunta de los recursos hídricos y las infraestructuras de riego.

Al respecto, ha insistido en que hablar de nuevos regadíos es hacerlo de una reducción y un uso más eficaz del agua y, a pesar de que Extremadura cuenta con la mayor capacidad de embalse de España, el cambio climático hace imprescindible la labor de las comunidades de regantes para conseguir un ahorro.

En un año "complicado" desde el punto de vista meteorológico, Mejías ha adelantado que la cuenca del Guadiana "no va a tener problemas", aunque sí se esperan algunas restricciones en la zona regable de Lobón que espera se solventen en las próximas semanas. La campaña de riego, que se ha adelantado en torno a un mes respecto al año anterior, ya abastece de agua embalsada a las zonas de Orellana y Zújar con el fin de permitir las inminentes plantaciones de cultivos como el tomate.