La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales espera una autorización judicial para limitar las reuniones a un máximo de 15 personas, también en la vía pública, y prohibir el botellón en toda la comunidad autónoma para evitar la propagación del coronavirus. Según ha explicado este lunes en rueda de prensa el consejero del ramo, José María Vergeles, estas nuevas restricciones que aplicará la Junta de Extremadura suponen una “limitación de derechos” para las personas y por ello el Ejecutivo entiende que es preceptivo que vengan avaladas por una autorización judicial que ya se ha solicitado.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha presentado al juez un “informe exhaustivo” en el que se detalla que es en este tipo de ocio “no controlado” donde se están produciendo la mayoría de los contagios. Así, espera la autorización en las próximas 24 horas, de forma que ya mañana se publicaría en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) la resolución. Según ha explicado Vergeles, todo tipo de reuniones privadas y familiares se limitan a un máximo de 15 personas, también en la vía pública, aunque quedando excluidos los establecimientos de hostelería donde sí se da un “ocio controlado”. Asimismo, la prohibición no afecta a los velatorios ni las bodas, bautizos y comuniones, siempre que estos eventos se celebren en bares y restaurantes o bajo la fórmula de catering en fincas u otros espacios.

Dado que la limitación se extiende a la vía pública, la Junta prohibirá también los botellones en toda la región y para ello pedirá a los ayuntamientos, a través de la Federación de Municipios y Provincias y la Delegación del Gobierno, que establezcan una “especial vigilancia” para evitar estas prácticas que pueden suponer un foco de contagio. Según Vergeles, frente a la tendencia nacional que apunta al ocio nocturno como causante de los rebrotes, en la región los contagios se están dando sobre todo en fiestas privadas con amigos y familiares, un entorno en el que se relajan las medidas de seguridad, no se guardan las distancias y tampoco se usa mascarilla. Según sus datos, de los 350 casos que tiene la región en seguimiento con origen conocido en estos momentos, más de la mitad han participado en reuniones familiares. “El problema y origen de los brotes es el ocio no controlado y es un problema que puede seguir creciendo en un momento en el que siguen llegando personas de fuera a Extremadura”, ha señalado Vergeles, que ha recordado que la previsión es que unas 300.000 personas de otras comunidades se desplacen este verano a la región durante estas vacaciones.

Sanciones

El consejero ha reconocido que controlar que en las reuniones privadas no participen más de 15 personas será muy complicado. Apela a la responsabilidad individual, y también ha recordado que participar en una fiesta que incumpla las nuevas restricciones “puede tener consecuencias” en el momento en que se de algún caso positivo. En la fase de rastreo y localización de contactos se detectaría que el contagio se ha producido en una fiesta o reunión que no cumplía las nuevas normas y en ese caso se aplicaría la sanción correspondiente. La multa dependerá de la gravedad del brote, si se declarase, y el número de personas que participaran en la reunión. En cualquier caso, podría tratarse incluso de faltas graves o muy graves, con multas entre 3.000 y 600.000 euros, según el decreto autonómico que regula el incumplimiento de las medidas contra el covid-19.