Elena, Lucía y Martín, los tres alumnos con trastorno de espectro autista que la Junta ha matriculado sin el consentimiento de sus padres en el centro especial Proa de Cáceres, no irán a un centro educativo ordinario dotado con los medios oportunos, como piden sus familias. La Junta de Extremadura insiste, a través de un comunicado, en que en los tres casos de alumnos cuya situación recogía ayer EL PERIODICO, el dictamen de escolarización propone su inscripción en un centro de educación especial.

En este sentido, la Consejería de Educación subraya que el Proa es un centro de educación especial que dispone de los "recursos humanos y materiales necesarios para ofrecer una atención especializada y de calidad a estos tres alumnos". Para la Junta, "su escolarización en este centro supone dar a los niños y niñas la respuesta educativa, de cuidados y atención que necesitan en función de sus características personales, que son identificadas a partir de la evaluación psicopedagógica".

La Junta, que dispone de tres modalidades de escolarización: en centro ordinario, en centro específico de educación especial y en escolarización combinada, señala de cara al próximo curso que "si fueran necesarias más aulas estables en centros ordinarios se pondrían en marcha, siempre que la evaluación psicopedagógica y su correspondiente dictamen de escolarización realizados por los profesionales competentes acredite que la modalidad de escolarización del alumnado sea en centro ordinario complementada con los recursos del aula estable".