Más renta, más empleo y mejor producción». El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer la licitación de las obras para transformar en regadío 1.200 hectáreas de olivar en la zona de Monterrubio de la Serena. La inversión supera los 17,7 millones de euros y según avanzó la consejera de Agricultura y Desarrollo Rural, Begoña García Bernal, beneficiará a más de 700 parcelas y un total de 311 agricultores que llevan esperando casi dos décadas que este proyecto sea una realidad. «Hoy (por ayer) es un día histórico para la comarca de La Serena», afirmó la consejera, que recordó que una hectárea de regadío «produce seis veces más que una de secano, cuatro veces más renta y tiene un potencial tres veces superior en empleo».

Estas nuevas hectáreas de regadío se dedicarán fundamentalmente al olivar y en menor medida también a otros cultivos como el almendro o el pistacho, según explicó el presidente de la Comunidad de Regantes del Valle del Zújar, José García Dávila. «El riego garantiza producción, garantiza renta y lo que es más importante, la calidad del producto», aseguró. El proyecto se tramita como regadío público, lo que implica que la Junta de Extremadura aporta 13 millones (75%) y la comunidad de regantes los cuatro restantes (25%). El plazo de ejecución de las obras es de 18 meses.

El funcionamiento previsto es a demanda del regante y con el fin de optimizar el sistema hidráulico se dispondrá de un sistema de control y telemando de las infraestructuras dedse el polígono industrial de Monterrubio. El objetivo, explicó García Bernal, es aprovechar al máximo los recursos locales en arroyos de cabecera con el apoyo puntual de una toma en el río Zújar para los inviernos secos. De esta forma, se construirán dos balsas, una de más de 20 hectáreas y otra de seis.

La consejera destacó que con la licitación de esta obra se hará realidad «el sueño de una comarca entera» que lleva esperando desde el año 2003: primero porque la crisis económica puso en riesgo la viabilidad del proyecto por los altos costes energéticos y después por la «parálisis» del Gobierno de José Antonio Monago. Según García Bernal, el reagadío de Monterrubio refleja además la «apuesta clara» de la Junta por el mundo rural. «No hay otra medida que incida en la vida económica, en la fijación de la población al territorio y en la creación de empleo como la que supone la puesta en riego de una comarca», dijo la consejera, y más en este caso que se trata de una zona en regresión de demográfica. Así, resaltó que las obras conllevarán la transformación de la zona gracias a un proyecto «viable desde todos los puntos de vista: social, económico, medioambiental y agrario», ya que se busca «que cada gota de agua se aproveche y sea productiva», también frente al cambio climático y la despoblación.