La Junta ha limitado a cinco las áreas del entorno extremeño del embalse de Alqueva donde se podrán construir hoteles y alojamientos turísticos. Concretamente son las zonas de Puente Ajuda, Villarreal-La Fábrica, Dehesa de Cheles, Los Galachos y el Camino Martín de Vaca. Fuera de ellas no se aceptará ningún proyecto urbanístico, según avanzaron ayer la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno regional, Dolores Pallero, y el Consejero de Fomento, José Luis Quintana, durante la presentación del plan territorial para este espacio natural.

Pero esa no será la única restricción que deberán tener en cuenta los interesados en emprender algún tipo de negocio turístico cerca del embalse. El plan también fija que los establecimientos hoteleros deberán contar con un nivel de servicios de alta calidad y que al menos sean equivalentes a los de un hotel de cuatro estrella. Asimismo, se especifica que las edificaciones deberán ser armoniosas y estar integradas con el paisaje. Para ello, entre otras condiciones, se exigirá que los inmuebles no superen los 10 metros de altura, de manera que como máximo podrán tener planta baja y dos pisos superiores.

Además, fuera de las cinco zonas delimitadas, se han fijado dos espacios --el Molino de Porras y el Castillo de Cuncos-- donde sí se podrán realizar usos recreativos, educativos o científicos, pero sin instalaciones hoteleras.

En cuanto a las áreas de dehesa, se permitirá el pastoreo y el aprovechamiento forestal, siempre y cuando no impliquen una reducción de la calidad ecológica del entorno. E incluso se podrán construir explotaciones ganaderas si estas se estiman como necesarias por parte de la administración. Lo que sí queda tajantemente prohibido es el uso de productos fitosanitarios tóxicos, actuaciones que contribuyan a la eliminación de arbustos autóctonos y las actividades agrícolas y ganaderas intensivas.

ARMONIZAR Y COMPATIBILIZAR "Se trata de un documento que persigue generar un instrumento jurídico que sirva de marco al desarrollo de la zona", manifestó José Luis Quintana durante el acto, celebrado en una de las aduanas de la frontera con Portugal, en las proximidades de Villanueva del Fresno. Por ello, el consejero de Fomento ha recordado que los objetivos son compatibilizar, con su valor ambiental, las distintas actividades y usos que se pueden dar en este entorno. En este sentido, recordó que este plan deja abiertas las puertas a futuros proyectos de interés regional, como puede ser un complejo de turismo y ocio similar al que se está construyendo, por ejemplo, en una isla del embalse cacereño de Valdecañas.

Por su parte, Dolores Pallero recalcó que uno de los objetivos primordiales es "garantizar una mayor eficacia y optimización de nuestros recursos" y enfatizó que se hará "siempre en colaboración con nuestros vecinos portugueses".

La presa de Alqueva fue construida en territorio portugués y su muro de contención mide 96 metros de altura. En total, el embalse tiene una capacidad máxima de 4.150 hectómetros cúbicos, lo que le convierte en el más grande de Europa, con 83 kilómetros de longitud, unos 1.100 kilómetros a lo largo de sus márgenes y una superficie aproximada de 250 kilómetros cuadrados. Inaugurada en el año 2002, su construcción provocó la inundación de 250 kilómetros cuadrados, de los cuales 35 se encuentran en territorio extremeño --correspondientes a los términos municipales de Olivenza, Alconchel, Cheles y Villanueva del Fresno--.