La consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, afirmó ayer que la Junta mantiene contactos "prudentes" con la dirección de Liberbank para conocer la situación real por la que atraviesa la entidad y su plan de reestructuración. En una comparecencia a petición del PP, la consejera mostró su preocupación por los puestos de trabajo y la prestación del servicio, pero recordó que el Ejecutivo no tiene competencias al respecto. Blanco-Morales rechazó hablar de despidos (afirmó que se trata de "excedencias pactadas") y criticó la visión "catastrofista" del PP, que asegura que Caja Extremadura será "la más afectada" de entre todas las entidades que integran Liberbank en el proceso de reestructuración.