La Junta convocará en enero al Consejo Regional de Caza para plantear una modificación de la orden de veda con el objetivo de reducir el exceso de jabalís y ciervos, en puntos de la región como el Parque Nacional de Monfragüe y la Sierra de San Pedro, que está provocando contagios por encima de lo normal de enfermedades como la tuberculosis al ganado bovino del entorno.

Así lo confirmó ayer el responsable regional de Medio Ambiente, el consejero José Luis Navarro, quien reconoció que se ha detectado que la tasa de casos de tuberculosis en el vacuno es "superior a la ordinaria" en zonas cinegéticas. También anunció que se está a la espera de un informe de la Consejería de Agricultura sobre los lugares con mayor número de focos de esta enfermedad. Además, se contempla la elaboración de una guía para los ganaderos sobre acciones para evitar el contagio del ganado silvestre al doméstico.

Ayer mismo tuvo lugar una reunión entre técnicos de las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente para dar pasos para la resolución del problema.

EL PERIODICO informó el pasado domingo de la situación insostenible que viven varias ganaderías de vacas y toros del entorno de Monfragüe, que han tenido que matar a todas sus reses en los últimos meses debido a la propagación de la tuberculosis, motivada por un exceso de ciervos y jabalís. Algunos biólogos estiman que sobran 7.000 ciervos en el parque nacional.

Navarro se refirió a este problema durante la firma de un convenio con el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, para actuaciones en Monfragüe. Puxeu aseguró que es necesario "adecuar" la población cinegética que puede soportar el propio espacio en función de la climatología, pastos, etcétera y hacer el "mejor manejo" de la fauna silvestre para que no haya problemas con la convivencia con ganaderías de la zona.

Navarro indicó que, al margen de Monfragüe, hay otros puntos donde se viene produciendo una "sobrecarga" de especies cinegéticas que causa impactos negativos sobre la cubierta vegetal, reduce la calidad de estas mismas especies y se incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades, lo cual ha sucedido en los últimos meses incrementándose el número de casos de tuberculosis.

Añadió que al hecho en sí mismo de que las especies cinegéticas actúan como vector de transmisión de enfermedades a la cabaña ganadera doméstica se suma la situación de sequía, que conlleva la disminución de lugares de alimentación y bebida donde se concentra el ganado tanto doméstico como salvaje.

Frente a ello, apuntó, se actúa declarando zonas de emergencia cinegética con resoluciones en las que se identifican las áreas donde aumenta la prevalencia de enfermedades y se autoriza un número de capturas "significativamente superior" al que la propia planificación cinegética preveía inicialmente.