En ningún momento me sentí presionado ni influenciado porque cuando uno tiene el respaldo popular nada le afecta, nada le presiona y nada le influye". El secretario general del PSOE, Guillermo Fernández Vara, quiso zanjar ayer la polémica surgida después de que el pasado lunes asegurara que cuando era presidente de la Junta había recibido dos llamadas del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, para interesarse por una central termosolar en Navalvillar de Pela cuya autorización el Gobierno extremeño había denegado. Según el socialista, sus palabras se han utilizado de forma interesada y ante las críticas suscitadas incluso en el seno de su partido y las explicaciones que ayer pidieron el PP y el Ejecutivo regional, aseguró que en esas conversaciones solo trasladó al yerno del Rey los motivos por los que se había rechazado el proyecto. "Ni me sentí influenciado, ni me sentí presionado ni me sentí obligado a nada. Y no denuncié porque no había nada que denunciar", manifestó.

Vara explicó que las llamadas se produjeron "en 2008 o 2009". La primera, cuando se encontraba en Madrid en un desayuno de Europa Press: Urdangarin le preguntó por los criterios que había utilizado la Junta de Extremadura para rechazar la construcción de una planta termosolar en Navalvillar de Pela. "Le expliqué que el Consejo de Gobierno había decidido marcar un criterio que consistía en que en suelos provenientes de concentraciones parcelarias o de regadío altamente intensivo en mano de obra se buscarían ubicaciones alternativas". 15 días después se produjo el segundo contacto. "Me dijo si había alguna novedad, le dije que no y nos despedimos. Fueron dos conversaciones bastante breves", insistió el socialista. Vara añadió además que el duque le llamó a título personal y que en ambos casos, las conversaciones fueron cordiales y educadas. "En ningún momento me sentí presionado ni influenciado porque cuando uno tiene el respaldo popular nada le afecta, nada le presiona y nada le influye", reiteró.

Tras hacer público que había mantenido dos conversaciones con el duque de Palma en plena vorágine del caso Nòos, tanto el PP regional como la vicepresidenta de la Junta, Cristina Teniente, exigieron explicaciones a Vara. "Es muy grave. Tremendamente grave. Lo que ha querido decir lo ha entendido todo el mundo. ¿Por qué hace este tipo de declaraciones en este momento?", se preguntó Teniente, que además instó al expresidente a hacer público "todo lo que sabe" y a desvelar el nombre de la empresa a la que Urdangarin pretendía favorecer.

EL PROMOTOR Horas más tarde, Vara aseguró que en las conversaciones telefónicas no se citó al promotor y dijo no recordar quién era "porque en aquellos momentos había unas 40 solicitudes para termosolares en Extremadura de las que algunas la Junta informaba favorablemente y de otras, desfavorablemente". Se da la circunstancia de que en el año 2010, la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente vetó la construcción de dos plantas termosolares de 50 megavatios de potencia promovidas por la compañía madrileña Solaris 2006 entre Navalvillar de Pela y Logrosán por el gran impacto que causarían sobre las aves migratorias (especialmente las grullas) y los cultivos de regadío, pero el expresidente aseguró ayer desconocer si se trataba de esta empresa. En una finca muy próxima a la ubicación escogida por Solaris, la Junta sí autorizó en la misma época al grupo estadounidense Florida Power la construcción de otras dos plantas termosolares de similares características técnicas cuya construcción en estos momentos está a punto de finalizar.

"No entendí en ningún momento que hubiera un comportamiento ilícito de alguien que llamaba para interesarse por unos criterios", ha reiterado Vara, que en su comparecencia ha explicado que "no hay nada más" sobre este asunto y que no lo dijo en su momento porque consideró que no se había producido ninguna actividad que fuera ilícita. "A fecha de hoy lo sigo pensando", reiteró. Según explicó, si ha desvelado ahora que esas conversaciones se produjeron es porque ha sido en este momento cuando le han preguntado si en su etapa de Gobierno tuvo algún contacto con Urdangarin. "No iba a mentir", sentenció.

Pero las críticas por el "oportunismo" de sus palabras no solo vinieron de la mano del PP, sino también del seno de su propio partido. En declaraciones a Onda Cero, el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra cuestionó el comportamiento de su sucesor y aunque rehusó "hablar de las personas", sí dijo que él nunca hubiera hecho público que se produjeron las conversaciones. "No lo hubiera contado ahora para hacer leña del árbol caído", alegó.