Un borrador de 5.171,6 millones y subidas en las partidas de infraestructuras, empleo o dependencia. Es la propuesta que la consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, puso ayer sobre la mesa a los grupos parlamentarios para encauzar las negociaciones que permitan aprobar los presupuestos del 2017.

La Junta plantea unas cuentas que «crecen prudencialmente» (un 0,3% sin tener en cuenta la deuda histórica que se presupuestó el año pasado y que finalmente no ha llegado) y que nacen «orientadas a los ciudadanos» con más de 6 de cada 10 euros destinados a política social.

El documento que la titular de Hacienda facilitó ayer al PP, Podemos y Ciudadanos en sendas reuniones contiene información acerca de los ingresos que se prevén para el 2017 y las fuentes de financiación, así como las políticas de gasto distribuidas por centros gestores, secciones y servicios. Blanco-Morales señaló que la Junta tiene la «firme convicción y propósito de negociar» y espera recibir «ideas, sugerencias y aportaciones» de los grupos, en quienes encontró «buena disposición al diálogo».

La consejera, que volerá a reunirse con la oposición la semana que viene, espera que a partir de ahora se pueda «descender a las cuestiones concretas», pues el objetivo es que las negociaciones culminen en los próximos 15 días para que el anteproyecto de ley pueda aprobarse el 22 de noviembre en Consejo de Gobierno e iniciar después la tramitación parlamentaria en la Asamblea.

CRECIMIENTO MODERADO

El borrador de presupuestos que la Junta ha planteado a la oposición asciende a 5.171,6 millones de euros. La cifra supone un incremento de 14,2 millones en relación a las cuentas de este año, que suman 5.157,4 sin contar los 40 que se incluyeron con cargo a la deuda histórica en la negociación posterior con los grupos y que finalmente no han sido abonados por el Gobierno central.

En relación a la partida de ingresos, cabe destacar que el Ejecutivo autonómico prevé un ligero aumento en la recaudación a través de impuestos directos e indirectos, tasas y precios públicos (1.979,9 millones de euros, 33,8 más que el año pasado) y también se han reflejado al alza las previsiones de ingresos que se esperan recibir por parte del Gobierno central y la Unión Europea: 2.293 millones en transferencias corrientes, un 3,2% más, de los 1.333,6 pertenecen al sistema de financiación autonómica.

Como ya hiciera el año pasado, la Junta ha renunciado a incluir ingresos por venta de patrimonio (la partida se reduce hasta los 3,1 millones de euros, frente a los 15,4 que se han reflejado en 2016 tras la negociación con los grupos) y por deuda histórica, de forma que las transferencias de capital caen de 494 millones a 448.

Por su parte, en relación a los gastos, cabe destacar que a partida destinada a infraestructuras (uno de los escollos en la negociación del año pasado) es la que más crece: un 9,9% al pasar los fondos de 335,2 millones a 368,4, lo que supone 33,2 más. Para el 2017, en materia de gastos el Ejecutivo también propone aumentar los fondos destinados a empleo (crecen un 5,1%, hasta los 262,5 millones), dependencia (309,6 millones, un 2,9% más), promoción social (147,4 millones, casi un 2% más) o empresa, innovación y tecnología (202,2 millones, un incremento del 1,9%). Más moderadas son las subidas en sanidad, que cuenta con 1.539,1 millones (+0,3%), y educación, que se queda con 1.016 (+1%). Las áreas de vivienda (44,1 millones), cultura (56,1), comercio y turismo (40 millones) son las que soportan los mayores recortes, en el caso de vivienda de casi un 9%. No obstante, por consejerías, el presupuesto aumenta en todas a excepción de Hacienda y Administración Pública.

En definitiva se trata, según Blanco-Morales, de unas cuentas que permiten «la consolidación y el refuerzo» de las políticas sociales y económicas emprendidas por la Junta, sin olvidar las obligaciones con el Ministerio de Hacienda en lo que respecta a los compromisos de estabilidad: objetivos de déficit, techo de gasto o deuda pública. Unas cuentas, dijo, «elaboradas a partir de cifras reales, que se sustentan en datos contrastables y que huyen de operaciones de maquillaje y venta de ilusiones que al final se traducen en facturas en el cajón».