Las autoridades de un lado y otro de la frontera entre Extremadura y Portugal están estrechando lazos de cooperación para trabajar en la recuperación del lince ibérico. Según explicó ayer en Cáceres el director general del Medio Natural de la Junta, Guillermo Crespo, la labor conjunta hispano-lusa cada vez es más intensa con el objetivo de lograr la reintroducción de este felino en peligro de extinción en sus antiguos hábitats de la península.

Crespo, que inauguró en el Complejo Cultural San Francisco la jornada sobre conservación de la naturaleza transfronteriza, recordó que el gobierno central, el luso y los ejecutivos de las comunidades autónomas implicadas firmaron recientemente el pacto ibérico por la recuperación del lince. "Los trabajos que estamos llevando a cabo no solo son de reproducción y cría en cautividad, sino también orientados a la mejora del hábitat para poder soltarlos algún día", comentó. En este sentido el director general destacó que se están "dimensionando" grandes espacios a un lado y otro de la frontera que puedan ser utilizados para la reintroducción de este animal.

De momento, el centro nacional de cría que se está construyendo en Zarza de Granadilla va a buen ritmo, según aseguró, y podría estar terminado el próximo año. Por su parte, Portugal tiene muy adelantadas las instalaciones que ha proyectado en el Algarve, que podrían abrirse en un par de meses, según reconoció Tito Rosa, presidente del Instituto Portugués de Conservación de la Naturaleza.

CENTRO DE CRIA EN ALENTEJO Pero además, Crespo adelantó que las autoridades lusas pretenden crear otro centro de reproducción y cría muy cerca de Extremadura, en el Alentejo. De esta manera se aprovecharía un territorio que históricamente ha sido "zona de dispersión y expansión natural del lince", como los entornos extremeños de la sierra de San Pedro, el Parque Natural del Tajo Internacional y las sierras del norte de la región.

Precisamente en relación al Parque Natural del Tajo, el responsable de la Junta reconoció que se está trabajando con Portugal para crear una figura única y de gestión compartida en torno a este paraje protegido. Actualmente son dos espacios diferentes: el Parque Nacional do Tejo, en Portugal; y el Parque del Tajo Internacional, en España, con planes y gestiones diferenciadas, aunque colaborando. Crespo afirmó que ya se están barajando incluso nombres y que la documentación puede estar preparada en unos meses.

En estas jornadas se ha analizado, además de estos temas, asuntos como el patrimonio geológico, la conservación de la flora y la fauna o las medidas para evitar la colisión y la electrocución de aves con instalaciones eléctricas.