Tanto la Junta de Extremadura como el Partido Popular valoraron ayer positivamente la decisión tomada el pasado lunes por el Consejo de Administración de Caja Badajoz de iniciar el proceso para constituir un Sistema Institucional de Protección (SIP) con Cajacírculo de Burgos y Caja Inmaculada (CAI). Así, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno autonómico, Dolores Pallero, indicó que este proyecto está en sintonía con el deseo de la Junta y de la Asamblea de Extremadura de impulsar el fortalecimiento del sistema financiero regional. Pallero destacó la solvencia de esta alianza, lo que le ha permitido no tener que recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). En esta misma línea, el diputado del PP en la Asamblea de Extremadura César Díez Solís, sostuvo ayer que este SIP "puede ser una buena operación" para la comunidad, al tiempo que reiteró el "respeto" de su partido por las decisiones que toman las cajas de ahorros.

Muy diferente es la valoración que hace Rafael Gil, secretario general de la sección sindical de UGT en Caja Badajoz, que explica que la postura de este sindicato es "radicalmente" contraria a la figura del SIP, ya que supone "una desnaturalización de las cajas y un primer paso hacia su privatización y bancarización". Gil se muestra partidario de las fusiones "tradicionales" y afirma que ante todo lo que hay que exigir al proyecto de SIP que acaba de presentarse es que "se demuestre su viabilidad, que mantenga los puestos de trabajo y las condiciones laborales, y que siga siendo un instrumento para el desarrollo de proyectos estratégicos para la comunidad autónoma". Gil incide, además, en que las cajas que integran un SIP están obligadas a destinar un 40% de recursos propios y de beneficios a la entidad matriz, "y ese es dinero que no va para la obra social en tu región". Y sobre el tamaño que tendrá la nueva entidad (21.394 millones en activos, el SIP más pequeño de los constituidos hasta la fecha), pronostica que no generará "suficientes sinergias para seguir caminando solo. Estoy convencido de que va a haber una segunda vuelta . "

Por su parte, Camilo Trejo, secretario general de la sección sindical de Csica en Caja Badajoz, reconoce las reticencias iniciales que genera la figura del SIP, pero confía en que a muy corto plazo se materialice la reforma de la ley de las cajas de ahorros, la Lorca, que permitirá que la entidad que se constituye a través del SIP sea una "caja de cajas" (en lugar de un banco).

Acerca de las compañeras de viaje escogidas por Caja Badajoz, Trejo reconoce que "mirando el mapa, eran de las pocas que ya quedaban libres", si bien añade que se trata de "dos cajas solventes, como nosotros". Además, destaca que esta unión permitirá a Caja Badajoz mejorar su ratio de eficiencia (proporción de los ingresos que consumen los gastos), "que es de donde cojeábamos un poco" . Y en cuanto al tamaño del SIP, cree que el listón de los 50.000 millones es más que nada "una sugerencia" del Banco de España, "que lo que quiere fundamentalmente es que se tenga solvencia". Sea como fuere, también vaticina que esto "no se va a quedar aquí", y que esta unión "va a permitir hablar de tú a tú a otros grupos que ya están constituidos".

Javier Pozo, secretario general de la sección sindical de CCOO en Caja Badajoz, resalta el mínimo solapamiento geográfico que existe entre las tres entidades, lo que reducirá en buena medida el impacto laboral que tendría la integración. Sobre los SIP, señala que "tal como están planteados ahora, generan algunas lagunas legales, sobre todo en temas de contabilidad, fiscalidad y regulación de los órganos de gobierno", a lo que se suma que "la sociedad que se crea tiene ficha bancaria", si bien agrega que la intención tanto del Gobierno como del Banco de España es modificar la Lorca para solucionar estos problemas.