La Junta de Extremadura y el Partido Popular mostraron ayer sus diferencias en relación con las políticas sociales que se prestan en la comunidad. Mientras las concejalas delegadas de Asuntos Sociales de los ayuntamientos de Cáceres, Badajoz, Mérida y Navalmoral de la Mata aseguran que la atención de los servicios sociales de base de la mayoría de las ciudades extremeñas es "obsoleta", la Administración autonómica asegura que bajo esta denuncia "subyace un reconocimiento de la incompetencia e inexperiencia de dichas personas para gestionarlos de manera eficiente".

Desde el PP se ha advertido de que los servicios de ayuda a domicilio se están desarrollando en las distintas ciudades a través de programas extraordinarios de empleo, que son temporales y que dependen de la firma de convenios para su continuidad. Ello lleva a contar con un servicio no profesionalizado ni estable, ya que entran a trabajar personas sin cualificación.

Por su parte, la Consejería de Bienestar Social ha señalado que es "sorprendente" que las dirigentes populares critiquen la situación de los servicios sociales en sus ayuntamientos, cuando destinan fondos municipales a otra serie de políticas, que aunque son mucho más beneficiosas en sentido electoralista.

La Junta recuerda que, tanto en Cáceres, Badajoz como en Mérida, ha sido la que ha tenido que resolver el problema de la falta de políticas sociales de carácter municipal.