La Junta y el PP extremeño discrepan sobre las posibles consecuencias para la región tras la formación del nuevo Gobierno en Cataluña. Así, mientras el consejero de Economía y Trabajo y portavoz de la Junta, Manuel Amigo, aseguró ayer que Extremadura "tiene acreditado que nada perturbe los intereses extremeños", el presidente regional del PP, Carlos Floriano, manifestó que la región perdería 610 millones si se tiene en cuenta los planteamientos del nuevo Ejecutivo catalán en materia de financiación autonómica.

Amigo instó a Floriano a "preocuparse más de defender los intereses de la región" en aspectos "palpables" como el tabaco, el arroz, o "de que Mérida cuente con una estación del AVE", antes que trate "sin ningún rigor", cuestiones como "un sistema futurible de financiación", más aún, reiteró, cuando "aún no hay ninguna propuesta". Donde sí perderá dinero la región, dijo, es de los fondos europeos, debido a la incapacidad del Gobierno.

Por su parte, Floriano criticó el "silencio cobarde" de Ibarra en esta cuestión.