El Gobierno de Extremadura saca a concurso 83 antiguos registros mineros, que abarcan 122.000 hectáreas de la comunidad, para que los operadores del sector puedan iniciar el proceso correspondiente para realizar tareas de investigación y posterior explotación de sus recursos.

El Diario Oficial de Extremadura publica hoy la convocatoria de este concurso de registros, que abarcan 122.000 hectáreas, y sobre los que había un antiguo derecho de investigación o explotación que no estaba siendo utilizado.

Tras finalizar el plazo de vigencia de esos derechos, la Administración regional ha procedido a liberar estos dominios para poner de nuevo a disposición de los operadores y empresas mineras los recursos geológicos y minerales del subsuelo que ocupan, tal y como detalla el Gobierno regional en un comunicado de prensa.

El objetivo principal del concurso es atraer inversiones y generar actividad económica en la región, en aquellas zonas donde existen yacimientos de recursos minerales y posibilitar nuevas oportunidades de negocio en el sector primario extremeño.

En este sentido, el Gobierno de Extremadura está convencido de que la minería es un sector que tiene margen de crecimiento en la región.

El concurso comienza con la publicación de la resolución a través de la cual los operadores mineros pueden conocer la relación de los derechos mineros que salen a concurso, consultar la superficie que ocupan y los términos municipales en los que se ubican.

Son 83 derechos mineros caducados repartidos por toda la geografía regional y que ocupan unas 122.730 hectáreas, correspondientes a 4.091 cuadrículas mineras.

En los terrenos correspondientes a esos dominios se encuentran la mina Teba de estaño-litio (Cañaveral); indicios de uranio de La Gargüera (Malpartida de Plasencia); indicios de estaño-wolframio en el área de Arroyo de la Luz-Garrovillas; indicios de fosfato en Zarza la Mayor; recursos geotérmicos del área de Cabeza de Araya (Cáceres); y feldespato en Acehúche.

Otros posibles recursos son oro en la Sierra de Gata; indicio de estaño Sopetran (Santa Amalia); granito ornamental en diversas áreas de las provincias de Cáceres y Badajoz; indicios de hierro-cobre de Feria; arcillas caoliníticas del área de Monterrubio de la Serena; indicios de cromo, níquel, cobre y oro del sector de Calzadilla de los Barros; y arcillas cerámicas del área de Guareña.

Además, hay indicios de pizarra ornamental en Alburquerque y Don Benito; cobre y oro en Fuente de Cantos; feldespato en Casas de Reina, y de cobre-níquel en Granja de Torrehermosa, Azuaga y Monesterio.

Se trata, según la Junta, de la primera convocatoria de un concurso de estas características desde el año 2010 y con ella se pretende aprovechar el atractivo que presenta la comunidad autónoma para grupos inversores interesados en recursos mineros.

Una prueba "fehaciente" del interés de la comunidad autónoma en materia minera, según ha explicado el director general de Ordenación Industrial y Comercio, Miguel Córdoba, es que hay 117 permisos de investigación vigentes en su territorio.

Por otra parte, señala que, según los últimos datos relativos al año 2011, en este momento hay 209 explotaciones mineras activas en la región, con una producción anual bruta de 7,3 millones de toneladas y un valor de producción que se cifra en 144 millones de euros. Asimismo, esas explotaciones dan trabajo a 1.352 personas.

Extremadura es una región que se caracteriza por su gran riqueza geológica y minera, manifiesta el director general, con más de 1.000 indicios mineros de hierro, cobre, plomo, oro, plata, wolframio, estaño y otros recursos registrados.

En la actualidad, se encuentra en explotación la Mina de Aguablanca, de níquel y cobre, ubicada al sur de la región.

Además, hay proyectos de exploración minera avanzados como el de la mina La Parrilla para wolframio, ubicada en Almoharín; y el de la mina Santa María, para estaño, en Pedroso de Acim, y de minerales energéticos en la mina de Gambuta, en Peraleda de la Mata.

El territorio extremeño cuenta también con aguas minerales explotadas para su aprovechamiento en plantas embotelladoras de agua o en balnearios.