Los sindicatos con representación en el sector sanitario extremeño se reunirán en próximas fechas para buscar una posición conjunta de cara a la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales en el Servicio Extremeño de Salud (SES). Así lo ha explicado el presidente del sindicato de enfermería Satse en Extremadura, Damián Cumbres, tras la Mesa Sectorial de Sanidad celebrada el pasado jueves, donde las organizaciones sindicales rechazaron la propuesta del SES. Ambas partes no fueron capaces de llegar a un acuerdo y por ello los representantes de los trabajadores se van a reunir para crear un domento conjunto que ofrecer a la Consejería de Salud y Política Social de cara a la próximo encuentro, fijado para el día 30.

Uno de los aspectos principales será la petición de homogeneizar la jornada laboral para todas las profesiones sanitarias ya que según explica Cumbres, a día de hoy la aplicación de las 37,5 horas "no se cumple por igual" según la profesión o el área sanitaria. El representante sindical espera que al menos el 70% de las organizaciones lleguen a rubricar el documento, pues "todos están por la labor de mejorar la sanidad y el trabajo de los profesionales".

En el caso de Satse, los representantes de los trabajadores pedirán regresar al cómputo horario anterior a la creación del Servicio Extremeño de Salud (SES), cuando la sanidad extremeña se gestionaba a través del Insalud, sistema estatal con el que también se hacía una jornada laboral de 37,5 horas semanales. Cumbres ha recordado que tras la cesión de las transferencias sanitarias a las autonomías, se pasó a una jornada laboral de 35 horas que el año pasado volvió a ser de 37,5 por decisión del Gobierno central.

Con la actual aplicación de la jornada de 37,5 horas del SES, los enfermeros y el resto de profesionales que trabajan a turno tienen 5 días más de empleo al año que los profesionales de otras comunidades como Castilla La Mancha o Castilla y León. Esta situación produce "estrés" en los facultativos extremeños, a lo que se unen las repercusiones negativas producidas por la disminución de plantilla o el aumento de la carga de trabajo, entre otras cuestiones.