Extremadura sigue apostando por el verde. La Junta ha puesto en marcha un plan de incentivos para el fomento del coche eléctrico, una estrategia que cuenta con un presupuesto de 2,37 millones de euros y que entre otras medidas facilitará subvenciones de hasta 5.500 euros para la compra de vehículos de este tipo. El objetivo, según explicó ayer la consejera de Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, es que en el año 2030 el 10% de los coches que se matriculen en Extremadura (unas 9.200 unidades) sean eléctricos y que la región cuente con una red de más de 8.000 puntos de recarga vinculados y 400 estaciones.

García detalló que el transporte es el responsable del 25% de los gaseses de efecto invernadero y señaló que «el despegue» de estos coches es «el mejor instrumento» para rebajar esta cifra y modernizar el parque automovilístico extremeño, uno de los más envejecidos del país con una antigüedad media de entre 11 y 12 años. «Apostamos por la implantación progresiva de una movilidad sostenible, libre de carbono, más limpia, más eficiente y económica, mucho más segura y beneficiosa para todos», defendió.

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó ayer la orden que regula estas subvenciones destinadas al fomento de la movidad eléctrica, cuyo plazo de solicitud se abrirá a finales de septiembre. Según explicó García, el plan cuenta con un presupuesto de 2,37 millones y cinco líneas diferenciadas de ayudas a las que pueden acogerse particulares, comunidades de vecinos, ayuntamientos, autónomos, empresas y asociaciones sin ánimo de lucro. Y no solo se financia la compra de coches eléctricos, sino también la instalación de puntos de recarga y en el caso de los municipios, el desarrollo de nuevos planes de movilidad urbana sostenible.

El volumen de las ayudas depende de varios factores (tipo de vehículo, naturaleza del solicitante...), pero se mueve entre el 20% y el 80% de la inversión realizada. Para la adquisición de vehículos eléctricos tipo turismo, el máximo será de 5.500 euros para particulares y autónomos. Además, las pequeñas empresas pueden optar a ayudas de entre 7.500 y 23.000 euros para la compra de furgonetas y camiones. Por su parte, los ayuntamientos, a los que la Junta considera una «figura clave» en esta transición hacia la movilidad eléctrica, pueden recibir un máximo de 83.000 euros para la adquisición de autobuses urbanos.

A esta cantidad hay que restar las ayudas destinadas a la construcción de un punto de recarga vinculado, que en el caso de un ayuntamiento puede alcanzar los 27.000 euros si es rápido (potencia superior a los 43 kW); 2.600 euros si es acelerado (más de 7,4 kW); y 665 euros si es lento (menos de 7,4 kW).

PLAN MOVES / Las ayudas se concederán por concurrencia competiva (es decir, se valoran todos los expedientes y se primará a aquellos que se consideran más interesantes) y para beneficiarse es necesario que las inversiones se hayan realizado al menos un día después de cursar la solicitud. Estas subvenciones regionales se complementan con las ayudas del Plan Moves (Movilidad Eficiente y Sostenible) del Ministerio para la Transición Ecológica, dotado con 1,04 millones de euros en el caso de la región. García explicó que ambas líneas son incompatibles para la misma actuación, pero la estatal abre la puerta también a los vehículos que utilizan otras energías.

La consejera destacó que con estas líneas de ayudas se pretende dar respuesta a una «posible demanda retenida» que estuviera esperando incentivos de este tipo. Reiteró que la Junta está «decidida» a que el vehículo eléctrico despegue en la comunidad, pero reconoció que tanto el precio (entre 25.000 y 30.000 euros en el caso de un turismo) como la escasa red de puntos de recarga son dos «barreras» que limitan, de ahí que se haya puesto en marcha esta línea de incentivos públicos y que se pretenda, también con horizonte al año 2030, que entre un punto de recarga y otro no haya más de 55 kilómetros de distancia en la región.

Actualmente apenas hay 250 vehículos eléctricos en Extremadura y si bien la cifra crece considerablemente respecto al 2017 (entonces había 45), en este aumento hay que tener en cuenta la influencia que ha ejercido la propia administración pública. Por ejemplo, la Diputación de Badajoz entregó el año pasado 111 coches a diferentes municipios.