Puede que lo peor de los efectos de la crisis haya pasado ya, pero hasta Avante aún acuden empresas en busca de un apoyo financiero o de un asesoramiento que les permita seguir sobreviviendo. A todas ellas, asegura Bernal, solo se les pide una condición de partida: "Que la ayuda que desde Avante se les preste sirva para que la empresa salga del bache en el que está, no para prolongar una lenta agonía". Por dos motivos, aduce, el primero "que en Avante estamos para gestionar el dinero de los extremeños y de las extremeñas, y eso es sagrado, y yo no estoy autorizado a invertirlo en un proyecto que sabemos que va a fracasar y, en segundo lugar, porque eso es engañar al propio empresario".

--¿Y no ha sido ese un poco el caso de Acorex?

--No tengo esa percepción. Acorex necesitaba un apoyo público para salir adelante, pero esa era una condición necesaria, pero no suficiente. Además, necesitaba otras cuestiones que no tuvo.

--¿Cuáles?

--Ahí entramos dentro del terreno de la política. Necesitaba una no injerencia política en su día a día, y eso no se respetó, y también necesitaba mejorar y profesionalizar sus órganos de gestión y de dirección y tampoco se contribuyó a esa mejora de competitividad.

--En unos días esta entrevista se realizó el pasado martes el administrador concursal presentará el informe sobre la situación de Acorex y su posible viabilidad. ¿Es optimista?

--Soy optimista y realista. Si pensamos en la Acorex de hace varios años y en reflotar lo que era entonces, pues creo que en estos momentos no será posible. Pero desde luego lo que no soy es derrotista. No voy a tirar la toalla en la parte que yo pueda contribuir desde Avante y a ver impasible cómo desaparece la principal cooperativa agroalimentaria que tenemos en Extremadura. Creo que sería dramático para esta región. Hay unidades de Acorex que siguen funcionando a día de hoy y que son rentables y por tanto vamos a intentar que sigan generando riqueza y empleo. La propia matriz tiene un intangible importantísimo, que no deberíamos dejar que desapareciera, en tanto que supone un punto de engache en Extremadura para las cooperativas. Si desaparece, cada una tendría que ir por su lado y perderían competitividad. Hemos recibido la instrucción clara del presidente de la Junta de que con el dinero público que hay depositado en Acorex, que está en torno a 17 millones de euros, no iremos a un proceso de quita, porque es de los extremeños y extremeñas y a ellos tiene que volver. No vamos a condonar esa deuda. Eso sí, también tengo instrucciones del presidente de la Junta y del consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro de que apliquemos toda la flexibilidad posible a ese dinero para que todo aquello que pueda continuar produciendo siga adelante.

--Pero si se va a convenio, ¿no será inevitable la quita?

--No, cabe la posibilidad de capitalizar la deuda de una empresa que esté en concurso de acreedores. Esto no significa poner más dinero en esa empresa, supone transformar esa deuda y que cuente como acciones.

--Entonces, dada la situación patrimonial de Acorex, y si no hay quita, parece que esa tendría que ser la vía para Avante....

--Desde el primer momento he dicho que Avante no va a ir a ninguna quita en Acorex, pero también que estamos abiertos a cualquier posibilidad, incluida la capitalización. Siempre y cuando se cumpla con un requisito que no lo pone Avante, sino una jueza de lo mercantil, y es que con el convenio que se apruebe la empresa sea viable. Si es posible que Acorex pueda seguir produciendo, generando riqueza, Avante no será un obstáculo, vamos a contribuir, pero sin poner un solo euro más.