El pasado lunes, 21 de enero, nacía la Fiscalía Superior de Extremadura y a Aurelio Blanco, que se convierte en el primer fiscal superior de la comunidad, le cabe la responsabilidad, también el honor, de dirigir los cambios que supone su entrada en vigor.

--¿Qué cambios llegarán con la Fiscalía Superior?

--Sobre todo de carácter organizativo, con la creación de nuevas fiscalías y una reestructuración de los territorios. Y también el de la descentralización, pues la toma de decisiones estaba muy centralizada en el fiscal general del Estado, y ahora cada una de las fiscalías superiores será como una fiscalía general de su comunidad.

--Pero estos cambios, ¿van a ser también apreciables y beneficiosos para el ciudadano?

--Por supuesto. De momento va a tener una sede estable de la Fiscalía en su propia ciudad o muy cerca, y un interlocutor del Ministerio Fiscal que se va a encargar de informarle y ayudarle en todo los que necesite sin tener ya que desplazarse hasta Badajoz o Cáceres. Y tenemos intención de que ya no solo en las fiscalías provinciales, sino en todas, haya fiscales especializados en algunas materias, como violencia de género, medio ambiente..., y también oficinas de atención a las víctimas.

--O sea, se verá traducido en un mayor acercamiento, ¿no?

--Así es, pues en definitiva, con la nueva organización de lo que se trata es de acercar la Fiscalía tanto a los órganos judiciales que hay fuera de las capitales de provincia, como a los ciudadanos que necesiten de los fiscales. Además, a partir de ahora el Consejo de Gobierno de la Junta se podrá dirigir directamente al fiscal superior, y no a través del fiscal general del Estado como se exigía antes; y el fiscal superior presentará la memoria anual en la Asamblea, lo que supondrá también mayor cercanía a los ciudadanos, puesto que a través de sus representantes podrán hacer a la Fiscalía peticiones o hacerle llegar expectativas, inquietudes, problemas...

--Pero ante todos estos cambios, aumento de servicios..., serán necesarios más medios. ¿Están ya previstos?

--Es indudable que habrá mucha más agilidad, tanto en la toma de decisiones como en la resolución de asuntos. En cuanto a la necesidad de más medios puedo decir que, en lo que se refiere a los personales, este año se ha hecho un importante esfuerzo, pues el 1 de enero entró en funcionamiento una plaza más de fiscal en la sección territorial de Plasencia y ahora, con la puesta en marcha de la Fiscalía Superior, se crean cuatro plazas más. Lo que aún está por ver es qué repercusión tendrá la nueva organización respecto de los funcionarios, algo que está pendiente de determinarse para que el Ministerio de Justicia provea esas plazas, pues está claro que más fiscales, más competencias, más órganos... supone más trabajo para jueces, fiscales y funcionarios, y lógicamente va a ser necesario más personal.

--Y, ante el traspaso de las competencias de Justicia a la Comunidad, ¿considera conveniente tratarlo con la Junta?

--Yo creo que sería conveniente e imagino que ellos barajan también esa posibilidad. Por nuestra parte, desde luego, si la Junta lo requiere y lo precisa estamos dispuestos a colaborar en todo lo necesario, dispuestos a abrir las puertas de la Fiscalía para que la Junta vea lo que hay y las necesidades que se tienen.