Cuando se conversa con Víctor Casco hay que buscarle detrás de su barba y sus gafas, donde la mirada y la sonrisa, en complicidad con su timidez, delatan en la mayoría de las ocasiones lo que parece estar pensando. Con apenas 28 años, este cacereño nacido en la barriada de San Blas, ha sido elegido nuevo coordinador regional de Izquierda Unida, puesto en el que sucede a Manuel Cañada, que el pasado mes de septiembre presentó su renuncia.

Licenciado en Historia por la Uex, en la actualidad realiza el doctorado en Historia Medieval, lo que compagina con su cargo como concejal por Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Cáceres. Está soltero y, de momento, su amor se reparte entre la musica clásica, el teatro, el ajedrez y la pintura. "Soy fruto de mi infancia, de la gente que me rodea, de mi experiencia familiar y de mi experiencia política", asegura.

¿Cuál es el proceso que le lleva a entrar en política?

--Nací en una familia de izquierda. Mi padre me llevaba a manifestaciones. Durante el Bachillerato fui representante de los alumnos en el consejo escolar... Al final las inquietudes me fueron llevando a plantearme la posibilidad de participar en política y uno de los proyectos que más me llamaba la atención era el de Izquierda Unida, por la forma, por lo que se decía y por el programa. Entré en IU en el 96 y desde entonces he trabajado con bastante gente y he tenido responsabilidades, no sólo con IU, también con otros compañeros, con ecologistas, movimiento universitario...

En Cáceres se le identifica mucho con la universidad y los movimientos sociales...

--Durante mi carrera fui representante por Filosofía y Letras en la Junta de Gobierno de la universidad y de una asociación estudiantil, he participado en movimientos culturales... ahora ya menos por la responsabilidad política. En el consejo político regional de IU trabajé en Solidaridad e Inmigración, fue entonces cuando entré en contacto con Manuel Cañada y con la anterior dirección. Han sido años fructíferos y mi formación política no ha sido propia, sino trabajada con otra gente y en diferentes órganos del partido. Por ejemplo, en los dos últimos años he desempeñado la coordinación local de IU en Cáceres sustituyendo a Manuel Cruz.

Anguita, Cañada, Cruz... ¿Tiene un referente político?

--Bueno, soy comunista, republicano, ateo... tengo todos los males que son posibles en la sociedad y mis referencias políticas son muchas, desde Robespierre hasta Anguita. Pero hay una persona que siempre me ha llamado la atención: el cacereño Gerardo Antón, un hombre muy vinculado a la defensa de las libertades, que estuvo más de 40 años exiliado en Francia y que sigue hoy militando en IU. Te sorprende, es una persona de 86 años que ha ido madurando enormemente y adaptando su pensamiento a las necesidades de la vida.

Hablando de edades, ¿con Casco llega juventud y renovación a IU?

--Lo que vamos a hacer es una renovación, pero eso no significa que desaparezca toda la gente que ha venido participando en IU. Ha habido una incorporación de gente nueva de diferentes edades a la dirección. Personas que no habían estado hasta este momento en el consejo político regional y que a la vez se complementan con una presencia de gente que tiene experiencia acumulada y que siguen siendo útiles para un proyecto de izquierda. La política termina cansando y por eso es bueno que se vaya incorporando gente nueva.