Su marido, Feliciano del Saac, fue el único trabajador extremeño que perdió la vida en el accidente de los túneles de Miravete. El apenas tenía 26 años. Sus dos hijos, Javier y Laura, 7 y 4, respectivamente. El mayor de ellos cumple hoy 23.

--¿Qué sintió al conocer la sentencia?

--Pues tranquilidad y también indignación por los quince años que hemos pasado.

--¿Cree que llega tarde?

--Demasiado. Tenía que haber llegado en su momento. Mis hijos ahora ya están criados, trabajando y con su vida organizada.

--¿Le ha costado mucho salir adelante?

--Sí, como a cualquier madre que le ocurra lo mismo. Porque mi caso no fue el único. Una de las víctimas tenía cinco hijos, el menor de ellos con dos años. Si para mí ha sido difícil, imagínate para ella.

--Viendo los hechos que considera probados la sentencia, ¿tiene la sensación de que la muerte de su marido se podría haber evitado?

--Yo creo que sí. Ahí ocurrieron muchas cosas que fueron las que acabaron causando el accidente.