Dice que las críticas, sin son constructivas, enriquecen, pero que otra cosa es la mentira, que esa «sí que duele». «Tengo muchas conversaciones pendientes», resume. David Salazar Pachón (Badajoz, 1983) es el nuevo coordinador regional y portavoz de Cs en Extremadura tras abandonar su cargo Cayetano Polo. Su nombramiento vino acompañado de polémica. Nada más ser elegido desde Madrid, parte de su grupo parlamentario (compuesto por siete miembros) presentó una propuesta de organigrama en la Mesa de la Asamblea que lo dejaba fuera de cualquier puesto. Ese documento estaba firmado por tres diputados, Marta Pérez Guillén, Joaquín Prieto y José María Casares; y una cuarta persona, Fernando Rodríguez Enrique, que entraba por Polo y que aún no había jurado su nuevo cometido pero que se proponía así mismo como presidente del grupo. La reacción del partido fue expulsar a Rodríguez de la formación por desafiar la decisión de Madrid. Le exigieron que renunciara al escaño o que pasara al grupo no adscrito. Pero este se negó y la Asamblea sí lo reconoció finalmente como diputado de Cs aunque ya no pertenezca a estas siglas. Además, hubo amenazas a los otros tres firmantes del documento de ser igualmente expulsados si no «cambiaban de actitud».

-¿Cuál es la situación actual del grupo parlamentario?

-Vamos avanzando y creo que finalmente imperará el sentido común. Con la situación que tenemos del covid la gente no entiende que, no ya que los políticos de distintos partidos no seamos capaces de ponernos de acuerdo, sino incluso dentro del propio grupo. Ha sido una situación desagradable, pero parece que poco a poco se van consiguiendo líneas de diálogo que al principio no teníamos.

-Su partido estaba convencido de que la Asamblea no aceptaría a la persona expulsada como diputado de Cs.

-Es una institución y yo respeto sus decisiones. No la compartí en su momento, creo que no debería ser así. Pero ellos son soberanos y pueden decidir, se acepta y punto. Pero vamos a seguir peleando por lo que consideramos que es justo.

-¿Se va a llevar la decisión de la Asamblea al Tribunal Constitucional como se anunció?

-Nosotros seguimos con esa línea sin que eso suponga que en cualquier momento del proceso seamos capaces de alcanzar un acuerdo satisfactorio para todos.

-¿Ese acuerdo pasa porque esta persona abandone el grupo parlamentario de Cs?

-No, cada uno tiene su acta y cada uno es libre. Hablo de que siempre va a quedar la puerta abierta a que esta persona recapacite, acepte las directrices y en un tiempo pueda volver al partido. Mi objetivo es acabar la legislatura con un grupo de siete diputados.

-Pero la batalla legal sigue, ¿no?

-Sí, sí, por supuesto.

-¿Se siente respaldado como nuevo líder en Extremadura?

-Absolutamente. Tanto por las bases, por los afiliados, como por el partido a nivel nacional.

-¿Hay futuro de Ciudadanos en esta región?

-Si no lo creyera no habría aceptado este cargo. ¿Que estamos viviendo tiempos complicados? Por supuesto. Yo soy el primero que lo reconoce. Pero ante los retos más complicados surgen también las mejores cosas.

-Hemos visto a ex miembro del PP en Cs. ¿Veremos en un futuro no muy lejano a ex de Cs en el PP o en el PSOE?

-Tendría que preguntárselo a algunos ex de Cs, yo no soy ex de Cs y espero no serlo. Pero sí creo que en política se puede cambiar de idea; y si ellos ahora encuentran sitio en otro partido y a ese partido le es rentable, porque eso también habría que verlo, pues es su decisión.

-¿Le gusta el liderazgo de Inés Arrimadas?

-Absolutamente.

-Lo pregunto porque Albert Rivera, ex líder de su partido, dijo en una entrevista con EL PERIÓDICO EXTREMADURA que Cs está pactando con Pedro Sánchez y que hay un vacío en la oposición.

-Respeto la opinión de Albert Rivera como la de cualquier ciudadano español, que es lo que es ahora mismo. También la respeto como ex líder y fundador de mi partido y creo que ha sido uno de los mejores políticos que hemos tenido en los últimos años. Pero no comparto su opinión. Hay oposición, pero sí es cierto que los grupos mayoritarios de la oposición no están desarrollando esa labor y la estamos haciendo nosotros con diez diputados. Lo que no podemos es, por hacer política, poner en riesgo la vida de las personas por un puñado de votos.

-También lo pregunto porque desde Extremadura Cs ha criticado los nuevos Presupuestos Generales del Estado, apoyados por Arrimadas, porque no son las cuentas que «esta región necesita».

-Estamos ahora en un proceso de enmiendas. Para tú poder negociar unos presupuestos tienes que poder sentarte en la mesa. Creo que falta diálogo; si tú directamente no te sientas a hablar, ¿qué vas a conseguir para los tuyos? Estamos trabajando para que se incorporen grandes cosas que echamos en falta, como la carretera a Ciudad Real, la autovía Badajoz-Cáceres o más dinero para el AVE. Todo lo vamos a enviar a nuestro partido en Madrid y van a poder sentarse en la mesa, es que hay algunos que ni siquiera van a poder sentarse y lo único que han hecho ha sido criticar los presupuestos.

-¿Qué gestión ha hecho el presidente de la Junta, Guillermo Fernando Vara, de la pandemia?

-La situación era realmente complicada. Algunas cosas se podían haber hecho mejor y otras peor. Podríamos haber tenido algo más de transparencia y velocidad a la hora de trasladar los datos a los ciudadanos. Y debería haber presionado más al Gobierno central para que llegaran los recursos cuanto antes. Pero también es cierto que en los decretos covid nos tendieron la mano y nos han permitido hacer aportaciones. El diálogo con mi partido ha sido bueno y esa debe ser la dinámica.

-¿Y el Gobierno central?

-Un poco caótico, no están asumiendo toda la responsabilidad que deberían, han usado a veces su posición para hacer política, y han cometido un error muy grave porque han enfrentado a comunidades autónomas; eso nunca se debe hacer.

«Ni a mí ni a mi partido nos gustan las puertas giratorias»

-Hace unos días protagonizó una rueda de prensa con el presidente del PP, José Antonio Monago, en la que anunciaban una oposición «constructiva, seria y unida». ¿Antes no la había?

-A mí me nombran hace unas cinco semanas y ahí lo que decido es hablar con todo el mundo, en orden de representación porque creo que es lo justo. Me pongo en contacto con todos los líderes y el primero que me recibe es Guillermo Fernández Vara; el segundo es José Antonio Monago. Y yo lo que le traslado son dos cosas: primero que mi manera de hacer política es que, para criticar algo, tienes que aportar alguna solución diferente. Hay que criticar, hay que fiscalizar y controlar al gobierno, pero también tienes que hacer las tareas en casa, y eso es aportar, eso es hacer una oposición constructiva. Y precisamente en la época en que vivimos ahora, con el covid-19, la oposición tiene que ser un poco más seria si cabe. Siempre debemos serlo pero creo que ahora debemos hacer ciertas cesiones. Los problemas de la gente en este momento son mucho más importantes que los problemas que puedan diferenciarnos. Creo que no vale todo en esta época, no se puede utilizar todo, no podemos valernos de ese oportunismo, no podemos utilizar el cabreo de ciertos sectores a nuestro favor; eso es peligroso porque se puede dar la vuelta.

-¿La foto con el líder del PP se puede interpretar como el primer paso para una candidatura conjunta en las próximas elecciones?

-No. Yo llamo a José Antonio Monago y me invitan a su sede y ellos son los que marcan la rueda de prensa. Cuando yo voy a casa de alguien me adapto, soy educado y tengo la cortesía de hacer la rueda de prensa donde ellos me indiquen. Lógicamente hay muchas cosas que nos unen con el PP, como también hay muchas cosas que nos unen con el PSOE; con los que no nos une nada en absoluto es con lo que están en los extremos. Yo creo que Cs es muy importante y debe mantener su identidad; perder nuestras siglas sería error.

-Esta semana se ha conocido que Cayetano Polo, exportavoz de Cs, será jefe de relaciones institucionales de Infinity Lithium, la empresa que quiere explotar una mina de litio en Cáceres (el proyecto se presentó cuando Polo era concejal en el Ayuntamiento). ¿Qué opina?

-Ni a mí ni a mi partido nos gustan las puertas giratorias. Cayetano Polo dejó la política por completo. Se fue de Ciudadanos y, por tanto, ahora es libre de hacer lo que considere oportuno.

-¿Cuál es su relación con Polo?

-Actualmente no hay relación.

-¿A qué se debió la división del grupo municipal de Cáceres?

-A lo que ellos mismos dijeron, que no se sentían respaldados por el proyecto.

-En Badajoz la realidad es otra. Además, Cs va a tener la alcaldía de la ciudad más importante de Extremadura.

-En Badajoz se hizo un equipo muy bueno. Cuando entre Ignacio (Gragera) será el cambio verdadero. Veremos una ciudad moderna.

-Va a ser una alcaldía sustentada por Vox, ¿se siente cómodo?

-Esto es una cuestión que tendría que preguntarle a ellos, pero yo creo que el trabajo se está desarrollando muy bien, todas las concejalías están funcionando y no es cuestión tanto de siglas como de trabajo.

-Pero esas siglas responden a uno de esos extremos con los que antes decía que no los une nada en absoluto.

-Esto es que alguien presta su apoyo pero siempre que las líneas programáticas no se pongan en peligro. Nosotros en Badajoz lo que pusimos encima de la mesa no fueron sillones, fueron esas líneas. El programa de centro es el que tiene que seguir de guía. Siempre que los demás vengan al centro, encantados, lo que no estamos de acuerdo es en llegar a los extremos.