Poco después de las ocho de la tarde Paul Preston comenzaba su conferencia en el aula de cultura de Caja Extremadura. El título de la charla, Franco y la represión anti-republicana en la guerra civil y la postguerra , delimitaba bastante bien el espacio temporal del que este historiador venía a hablar.

Eso sí, dos horas antes, en el hotel Las Marinas y ante los periodistas, dejaba clara su postura sobre los símbolos franquistas, el Valle de los Caídos, el traslado del archivo de Salamanca o el éxito de los libros revisionistas.

Partidario de no quitar los símbolos y estatuas franquistas, Preston prefiere que "las dejen tal como están pero con placas que digan que esta es la estatua del dictador que destrozó la republica, que hizo un golpe militar contra la democracia, que estableció una dictadura y que tuvo tantos cientos de víctimas, eso es lo que yo habría hecho".

Otra cosa son los nombres de la calles, pues entiende que en pueblos de Andalucía o Extremadura puede ser motivo de auténtico dolor para los familiares de las víctimas ver calles que todavía llevan nombres relacionados con el franquismo .

Sobre el Valle de los Caídos, Preston consideró que seria interesante mantenerlo porque no deja de ser "una de las maravillas del mundo, pero que la gente sepa como se excavó la montaña para hacer la basílica y como se levantó esa cruz enorme", añade.

Polémica con el archivo

Sobre este asunto, el historiador quiere dejar claro que "no hablamos de manuscritos medievales, y si hay instituciones que reclaman estos papeles, que fueron botín de guerra, mientras dejen una copia allí, yo no veo problema en que se trasladen".

Por último, Preston hizo hincapié en que "desde que ha surgido la política de memoria histórica y con ella, las excavaciones de las fosas, es notable el aumento de la crispación sobre estos temas". Además, relaciona este fenómeno con el hecho de que haya un éxito que antes no existía de los libros revisionistas, algo que interpreta como que "a lo mejor la cautela y precaución que se mantiene desde el periodo de la transición, tiene todavía su razón de ser".