La ganadería de Victorino Martín es una de las más reputadas del mundo y Extremadura tiene la suerte de alojarla en sus dehesas desde hace medio siglo. Repartidas en varias fincas por la provincia de Cáceres, cuenta con más de 1.600 reses bravas, que son, en palabras de Victorino Martín García, "una joya genética única, algo que si tuviera otros países, sus dirigentes tendrían clarísimo que habría que proteger y cuidar".

Las ganaderías de reses bravas son una parte fundamental del mundo del toro y uno de los sectores que más beneficios aporta al territorio en el que se asientan. "Creamos empleo, cuidamos las dehesas y fijamos población rural en las zonas más deprimidas, es muy importante", señala. Martín da trabajo a entre 20 y 30 personas durante todo el año. Pero además promocionan el turismo rural. La ganadería de Victorino es una de las pioneras en recibir turistas en sus instalaciones. "Llevamos mucho tiempo recibiendo visitantes y eso a su vez deja dinero en hoteles, en restaurantes, en tiendas de la zona,... Este tipo de turismo está trayendo a mucha gente a Extremadura y promocionando la región".

Martín no tiene dudas del impacto positivo que genera el mundo del toro en esta región, una de las que más ganaderías bravas tiene en España.