«La selectividad siempre es un agobio y en esta situación, pues más porque aún estamos pensando si se podrá hacer o no», cuenta María Barriga, de Almendral. En su clase, ya han dado todo el temario del curso -«los profesores se han puesto bastante las pilas»- la mayoría por videoconferencia, y esto, dice, les ha dejado un poco más tranquilos porque saben que el contenido que entrará en la EBAU está dado.

«Ahora ya depende de lo que estudiemos. Este año habrá más opciones de preguntas y puede parecer más sencilla la selectividad, pero también tienes más posibilidad de fallar en la elección de las preguntas, hay que leer bien y centrarse». Eso sí, reconoce que las notas finales pueden ser algo más altas, «pero no porque nos vayan a regalar nada, sino porque hay más oportunidad de elegir para aprobar.

De todas formas, es que si no hubieran cambiado el modelo de exámenes sería muy injusto» porque, reconoce, ha costado adaptarse a las clases telemáticas: «nada puede sustituir la enseñanza cara a cara». Y luego está la presión de quienes, como ella, necesitan mantener las notas altas para poder estudiar Bioquímica en Cáceres o Farmacia en Sevilla o Salamanca. «Aún no me he decidido, lleva buena media de Bachillerato y la EBAU me da miedo después de tanto tiempo currándomelo». Hay otra preocupación añadida: «Espero que no nos obliguen a llevar todo el rato guantes y mascarillas».