Los latinoamericanos residentes en Extremadura enviaron a sus países de origen 19 millones de euros el año pasado, según un estudio del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El BID calcula que actualmente hay unos 9.000 latinoamericanos adultos viviendo en la región, con lo que cada uno de ellos promediaría anualmente remesas por valor de algo más de 2.200 euros.

Este trabajo, financiado por el Ministerio de Economía y Hacienda español, estima que tres cuartas partes de estos inmigrantes mandan dinero regularmente a sus lugares de procedencia, un capítulo para el que reservan, de media, el 15% de sus ingresos.

A lo largo del 2006 los latinoamericanos expidieron desde España remesas por valor de 3.700 millones de euros, una cifra que solo superan sus compatriotas residentes en EEUU. Este dinero hizo posible mejorar las condiciones de vida de unos ocho millones de personas al otro lado del Atlántico. Extrapolando el dato extremeño, los 19 millones remitidos desde la región habrían ayudado a más de 40.000 personas.

Uno de los rasgos más positivos de las remesas es que son transferidas directamente al bolsillo de las familias, ubicadas a veces en lugares de difícil acceso para la ayuda internacional. Una vez en su poder, les permiten no solo subsistir; con ellas crean empresas, construyen viviendas o pagan la educación de los hijos. En los últimos años se han convertido en un auténtico motor de desarrollo económico para esta zona del continente americano, hasta tal punto que ya superan en volumen económico a la suma de la ayuda oficial al desarrollo y de la inversión directa que las empresas extranjeras realizan en Latinoamérica.

Son los inmigrantes de las naciones con menor renta per cápita los que en mayor proporción remesan dinero. El ránking lo encabezan los dominicanos: casi nueve de cada diez envían fondos. Le siguen ecuatorianos (86%); bolivianos (82%); y peruanos (80%). Los que menos son los argentinos --poco más de la mitad lo hace--; paraguayos (56%) y colombianos (72%).

El informe del Banco Interamericano de Desarrollo, también permite conocer aspectos acerca del nivel de vida de los inmigrantes iberoamericanos en España. En este punto, una enorme mayoría de los encuestados (92%) gana menos de 30.000 euros. Cerca de la mitad (48%) entre 10.000 y 20.000 euros al año; un 9% entre 20.000 y 30.000 y un 1% más de 30.000.

Por lo que respecta a sus perspectivas de futuro, un 49% espera mejorar su calidad de vida y un 44% se propone comprar una casa --un 29% en su país y el 15% en España--. En los planes de un 48% de los encuestados está abrir un negocio --un 25% aquí y el resto en Latinoamérica--.

Pero donde mayor repercusión tiene la renta de los inmigrantes es en la economía española. Sus ingresos se aproximan a los 30.000 millones de euros, de los que cerca del 90% se gasta en las comunidades autónomas y ciudades donde residen. Más de un 70% de ellos aporta al sistema de seguridad social español, proporción que aumenta al 85-90% cuando están empleados durante un periodo de más de tres años.

Según Donald Terry, gerente del Fondo Multilateral de Inversiones, España ha adoptado "muchas de las mejores prácticas a nivel mundial para la integración de los inmigrantes en la actividad económica del país que acoge". Pese a reconocer que las remesas "no son la panacea del desarrollo", Terry aseguró que permiten que millones de familias de países subdesarrollados puedan "acceder a créditos e hipotecas".