Laura Garrido se define como una chica normal, con una familia normal y una vida normal. Además de maestra, es la presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura (Cjex), que este año cumple su XXV aniversario. En mayo finaliza su mandato dentro del consejo y sus objetivos se centrarán en su profesión y en su vida personal. Y aunque la campaña El Placer están en tus manos le hizo pasar momentos duros, afirma que ha sido una de las etapas más bonitas de su vida.

--¿Cómo llega una chica normal a ser presidenta del Cjex?

--Por casualidad. Desde pequeña me he involucrado mucho con el movimiento asociativo juvenil. Con 10 años entré en los scouts de mi barrio (San Fernando, en Badajoz) y años después eso fue lo que me lanzó al Cjex, primero como vocal y luego como presidenta. Es un tren que pasó, lo cogí y me alegro enormemente.

--¿Qué actividades del Cjex destacaría en estos 25 años?

--Es difícil destacar algo porque es mucho tiempo y no quiero dejar atrás nada importante. Pero es cierto que hemos organizado actividades muy significativas, como ferias de asociaciones, encuentros deportivos o cursos que siempre han congregado una alta participación. También ha habido campañas muy importantes, como Vete a tu casa , donde lo que se hacía era traducir en un lenguaje coloquial las ayudas a la vivienda para jóvenes. Siempre recuerdo también nuestro autobús, que recorría los pueblos extremeños cuando todavía no había internet en las casas.

--Una de las campañas más significativas ha sido también El Placer está en tus Manos...

--Si, aunque sigo sin entender la polémica que se creó y sigo diciendo que volvería a lanzar la misma campaña sin cambiar absolutamente nada hoy mismo. E incluso ahora pienso que es mucho más necesario que antes. Porque si en el año 2010, entonces 2009, no podemos hablar de sexo, de placer, de caricias, de masturbación o de autoestima, es que yo me he equivocado de año.

--¿Fueron momentos duros?

--Sí. Ahora lo recuerdo como una experiencia más que me hizo aprender muchas cosas, pero fue muy duro. Porque que a una maestra le pongan una denuncia por corrupción de menores y provocación sexual me parece bastante grave. Aun así, lo pasé peor por la gente que me quiere. Me sentó mal por mi familia, mi pareja, mis amigos y mi trabajo. Todo el mundo estaba indignado. Es que incluso hubo periodistas que nos llamaron para preguntarnos si en aquellos talleres se hacían prácticas reales.

--¿Es realmente la ideóloga de la masturbación?

--Yo no soy ideóloga de nada porque yo no he inventado la masturbación. Si lo hubiera hecho, la hubiera patentado e incluso tendría ganancias económicas. La verdad es que no me gustó verme el 13 de noviembre en la portada de un periódico nacional intentando no ridiculizarme y sí atacarme.

--¿Lo tiene superado?

--Por supuesto. No voy a negar que no fue agradable, pero salí adelante dedicándome a mi día a día con el apoyo de mi gente. Sin embargo, la denuncia del sindicato Manos Limpias no se me va a olvidar nunca, porque significa el desprestigio hacia mi persona. Y yo, que soy maestra, nunca hubiera permitido que esa campaña fuera algo burdo, que fue en lo que ellos la convirtieron al tergiversarla.

--¿Qué imagen tiene la sociedad de los jóvenes extremeños?

--Totalmente desvirtuada. En la televisión y en la prensa es raro ver a los jóvenes participando en campos de trabajo de verano, en programas de cooperación internacional con países del tercer mundo o con niños en los pueblos. En definitiva, gente que hace cosas por amor al arte. Pero si se ven muchos botellones y mucho vandalismo. Una imagen que si yo no fuera joven, me daría miedo.

--¿Hacia dónde se mueve los jóvenes hoy?

--Estamos muy cómodos. Creo que se siguen teniendo ganas de hacer cosas y que la gente aquí es reivindicativa, lo que ocurre es que hemos sido educados en un individualismo y en una competitividad absoluta que nos impide trabajar en equipo. Pero todo esto es cíclico: hay momentos en los que se reivindica más y momentos en los que estamos más pasivos. Lo que está claro es que los jóvenes no somos el futuro de Extremadura, somos el presente. Hacia dónde nos movemos, es complicado saberlo. Creo que todos buscamos un proyecto vital basado en formación, empleo y vivienda. Por tanto, hacia un interés por lo propio, pero también hacia nuestra tierra.

--¿Los jóvenes están orgullosos de ser extremeños?

--Por supuesto. El complejo de ser extremeño se superó hace mucho tiempo.