En el caso español, europeo y en general del mundo desarrollado, la escalada de los precios que ha llegado a las estanterías de los súper castiga el bolsillo de las economías más modestas y sube la inflación. Según el IPC de marzo, la leche ha subido el 27,3%, mientras que los huevos lo han hecho en el 12,5% y el pan, el 11,2%. También han sufrido incrementos las frutas frescas, que valen el 11,1% más, los lácteos (+10,7%), los preparados de hortalizas (+9,9%), los cereales y derivados (+8,7%). Solo las patatas (-10,1%) son más baratas.

Analizando el grupo de los alimentos y bebidas no alcohólicas en conjunto, estos productos se han encarecido el 6,9% respecto a marzo del 2007, pese a que, si se analizan los alimentos no elaborados, la subida asciende al 7,4%.