Tras su paso por el Congreso de los Diputados (2011-2015), la socialista cacereña Leire Iglesias regresa a la política regional como consejera de Cultura e Igualdad, una cartera creada tras la remodelación del Ejecutivo a la que llega con ganas de cumplir las expectativas generadas en el sector y con la mano tendida para alcanzar acuerdos.

-¿Qué objetivos se marca al frente de este nuevo departamento?

-Vista la repercusión, cumplir con todas las expectativas que ha generado la recuperación de la Consejería de Cultura e Igualdad, que creo que son muy buenas. Estar a la altura de la responsabilidad y cumplir con esas expectativas será el principal reto.

-¿Cuáles serán sus líneas prioritarias de actuación?

-Tenemos una consejería amplia que toca Cultura, Juventud, Mujer y Deportes y haremos equipo, todo será muy transversal. Todas tienen elementos en común y en todas ha habido ya avances. Especialmente en Cultura hemos ido recuperando buena parte de los programas que existieron y que se habían suprimido en la anterior legislatura bajo el paraguas o más bien la excusa de la crisis. Y no nos conformaremos solo con recuperar, sino que hay que seguir avanzando.

-¿Ha sido la cultura la gran damnificada de la crisis?

-Quizás ideológicamente se ha utilizado la crisis como excusa para atacar la cultura, justamente porque se convierte en un arma para la redención social.

-Ponga algún ejemplo

-Aquí se habían llevado por delante todos los programas de apoyo al sector de la creación: becas a los creadores, salas de exposiciones, ayudas a los largometrajes, asociaciones de escritores…

-El borrador del presupuesto de 2018 crece un 7,5% en Cultura. ¿Es el fin de los recortes?

-Es el fin de la excusa de la crisis como elemento para acabar con la recuperación y ojalá que sí, que a partir de ahora veamos a la cultura crecer siempre. Esa batalla la daremos también.

-¿Por qué la decisión de incluir las competencias de Cultura en Presidencia no se ha entendido?

-Las competencias de Cultura en el ámbito de Presidencia han posibilitado que se recuperen todos estos programas que mencionaba antes. Ha habido mucha actividad, pero quizás faltaba o el sector esperaba algo más que la recuperación: esa conversación directa y otra atención humana que seguro vamos a tener ahora.

-El pasado marzo se anunció que Extremadura sería pionera en contar con una ley de teatro. ¿Cuándo irá a la Asamblea?

-Vamos a procurar hacer un trabajo mucho más próximo con los grupos parlamentarios. No solo consensuar las iniciativas ya cuando las estamos registrando, sino establecer líneas de colaboración. Abriremos un periodo de conversación parlamentaria para todo lo que queda pendiente. Yo he vivido la dureza del Parlamento en el Congreso bajo una mayoría más que absoluta y absolutista del PP y sé la importancia de respetar el trabajo de los diputados. Así que procuraré no hacerlo lo mal que entendí que otros lo hicieron.

-¿Cree que el Festival de Teatro Clásico de Mérida ha tocado techo o puede seguir creciendo?

-Siempre hay que seguir creciendo y ser ambiciosos. Es una suerte tener un evento de la proyección del Festival de Mérida en Extremadura. Es la gran mimada de la agenda cultural pero es que es nuestra mejor carta de presentación. El festival mismo nos ha demostrado su capacidad de recuperarse y de crecer, y esa debe ser siempre nuestra ambición.

-¿Van a mantener el apoyo a Womad y Contempopránea?

-Sí. Vamos a intentar que el Womad sea mejor, sobre todo porque en estos últimos años ha habido un cierto relajo con la calidad musical, quizás porque no nos hemos involucrado lo suficiente.

-Los nuevos festivales como Sonoracc o Stone&Music, ¿realmente están generando un efecto palpable económico y cultural?

-Cuando hablamos de cultura siempre utilizamos una palabra que no sé por qué no se emplea en otras áreas, que es la de la rentabilidad. En el ámbito de la cultura, cuando se han puesto en marcha programas, algunos han tenido que ver con la rentabilidad en el arraigo, en la actividad en el pueblo. Hay que buscar la rentabilidad, sí, pero la monetarización solo hasta cierto límite.

-Como consejera de Igualdad, ¿está a favor de las cuotas?

-Sí, soy defensora de las cuotas. Es evidente que nuestra generación ha podido disfrutar de unos niveles de igualdad que no han tenido generaciones anteriores y que se ha avanzado muchísimo, pero también es más que evidente que sigue habiendo absolutos techos de cristal macizo que por más que se golpean no se consiguen romper. Y es ahí donde hay que tomar decisiones que a algunos les pueden parecer injustas pero que en definitiva, son la única manera de conseguir justicia.

-Usted y yo, por el hecho de ser mujeres, trabajamos gratis 75 días este año por la brecha salarial que existe en Extremadura, que supera el 20%. ¿Qué se puede hacer?

-Uno de esos techos es precisamente la equidad salarial y ahora va a entrar en trámite una iniciativa del Grupo Socialista en el Congreso para una ley de igualdad salarial. Además, en Extremadura tenemos una buena Ley de Igualdad que lleva aparejado el compromiso de hacerla efectiva también en las empresas. La Junta de Extremadura tampoco ha conseguido, como empresa, aplicarse esos planes de igualdad, así que tendremos que avanzar también con el ejemplo en el propio entorno de la Administración. Hace unos días, Canal Extremadura aprobó su plan de igualdad y fue la primera empresa pública en hacerlo. Cumplir el desarrollo de la Ley de Igualdad o la Ley LGTBI será una prioridad.

-2017 ha sido, junto a 2004, el peor año para la violencia de género en Extremadura con dos víctimas mortales. ¿Cómo lo valora?

-Estamos esperando las herramientas del Pacto contra la Violencia de Género para que todas sus medidas se puedan hacer efectivas. En Extremadura tenemos un buen número de mujeres con protección y creo que los poderes públicos no podemos consentir más fallos del sistema. Cuando una mujer hace todo lo que tiene que hacer para ser protegida, no se puede permitir que haya ningún tipo de brecha. Quizás tampoco se puede permitir que se estén abriendo debates como los que estamos viendo hoy alrededor de la violencia de género: justificarla porque la víctima no es lo que algunos desearían que fuera.

-¿Qué opina de que se haya aceptado como prueba en el juicio por la violación múltiple de San Fermín el seguimiento que un detective privado hizo a la víctima?

-No tiene ningún sentido. No creo que ningún juez tenga la capacidad de juzgar el comportamiento de la víctima de una agresión sexual. Lo que tienen que juzgar es un hecho delictivo, no que alguien al día siguiente no pueda sonreír.