La lengua azul amenaza de nuevo a la ganadería extremeña tras dos años sin registrarse ningún brote de esta enfermedad vírica en la región. La existencia de 47 explotaciones afectadas en cuatro provincias andaluzas ha encendido la luz de alarma en Extremadura, que ya padece en varias comarcas ganaderas del sur las medidas preventivas impuestas por el Ministerio de Agricultura --entre ellas serias restricciones en el movimiento de su cabaña--, según confirmó ayer la Junta a este periódico.

Concretamente, el foco detectado en la localidad onubense de Almonte es el que ha desatado el plan preventivo en la región ya que la legislación contempla medidas de control en un radio de 150 kilómetros entorno al brote de lengua azul, una enfermedad que no afecta a los humanos. Y a pesar de la facilidad con la que se transmite este virus, a través de la picadura de un mosquito, la Junta hace hincapié en que de momento no se ha registrado ningún caso de lengua azul en Extremadura.

DESDE ANDALUCIA El consejero de Agricultura de Andalucía, Isaías Pérez Saldaña, cifró ayer en 47 las explotaciones afectadas por lengua azul en la comunidad vecina, según recoge Europa Press. Además, advirtió del riesgo de la llegada del virus a la región. "Los nuevos focos podrían ser extensibles a Extremadura y, posiblemente, a Castilla-La Mancha", dijo Pérez Saldaña. Por ello, aseguró que ya había contactado con Juan María Vázquez, el consejero extremeño, para exponerle el riesgo.

Solo en la provincia de Huelva existen 25 explotaciones que han dado "positivo" en lengua azul, seis en Málaga, otras tantas en Cádiz y diez en Sevilla, en la Sierra Norte. De este último foco informó ayer el consejero andaluz tras conocer los resultados del Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba y en espera de la confirmación del Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), "algo que tiene un cien por cien de posibilidades de ocurrir", dijo el consejero.

En Extremadura, el último caso de lengua azul se registró el 10 de octubre del 2005, según datos del Ministerio de Agricultura. La epidemia entró en la región un año antes y afectó a un total de 78 explotaciones causando graves pérdidas para el sector ganadero. Los efectos incluso se dejaron notar en las tradicionales ferias de Zafra y Trujillo.