Los hosteleros son los que más se han quejado, pero la ley antitabaco se está dejando notar también en los estancos. La venta de cigarrillos han caído en enero (el primer mes de la normativa en vigor) un 32% en Extremadura, con casi 2.480.000 cajetillas menos vendidas respecto al mismo mes del pasado año. Esta merma contrasta con el aumento de ventas de cigarros (puros) y el tabaco de liar y en pipa. Traducido a la economía, esa caída de ventas ha supuesto solo en enero 3.373.450 euros menos de recaudación, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos. En el conjunto del país, en enero se vendieron un 34% menos de cajetillas de cigarrillos las ventas de cigarrillos, hasta situarse en 194,7 millones de cajetillas, mientras que el tabaco de liar aumentó un 20,5 %, hasta los 360.471 kilos.

Las cifras del mes de enero en Extremadura dejan 2.295.405 cajetillas de cigarrillos vendidas, frente a las 7.775.354 del mismo mes del pasado año. Eso supone 3.944.000 euros menos de recaudación en los estancos. Sin embargo, esas pérdidas se palían con el auge de ventas de la picadura de liar, más barata. A este respecto, en enero las expendedurías extremeñas dispensaron casi 8.000 kilos, 2.000 más que un año antes, lo que ha supuesto casi duplicar la recaudación llegando a los 961.071 euros (450.000 más); mientras que se disparó también la venta de tabaco en pipa, que ha pasado en este período de 244 a 1.513 kilos. Asimismo, se han vendido casi 1,2 millones más de cigarros. En España, el valor de las ventas de la picadura de liar se situó en enero en 44 millones de euros, un 66% más que un año antes, debido a la subida de precios aplicada por las tabaqueras.

Estos resultados de enero confirman la tendencia ya acusada en todo el año 2010, cuando se vendieron 8,3 millones de cajetillas menos y 14 millones más de cigarros en la región.

Varios estancos consultados por este diario aseguran que es cierto que se ha notado una caída en las ventas de cajetillas y que ahora se fuma más tabaco de liar, pero que "la gente sigue fumando, se sigue comprando, porque no es un hábito que se deja fácilmente" señalan desde un estanco en Mérida. "Hay de todo", afirma el propietario de otro, pero "más o menos vendemos lo mismo, no estamos notando los efectos de la ley". También hay quien ya nota que también el tabaco de liar se vende menos, "porque el precio ha subido una vez que se disparó la venta al ser más barato".