TMtonago hereda una Ley de la Dependencia a medio recorrido. Así titulaba EL PERIODICO el pasado 11 de agosto un balance sobre la aplicación de la citada norma, interpretando los últimos datos del Imserso. Y me veo en la necesidad de explicarme.

El tiempo de implantación de la ley lo estableció la disposición final primera de la Ley 39/2006 cuando dispuso un calendario de incorporación progresiva, por grados y niveles al sistema hasta 31 de diciembre de 2014. Además como cualquier nuevo sistema que se ha de implantar se ha partido de unas estimaciones (Libro Blanco de la Dependencia, 2004) que a fecha de 1 de enero de 2011 nos han confirmado las dificultades con las que nos hemos ido encontrando y de las que Extremadura, hasta el momento, se ha ido ocupando.

Considero una equivocación asegurar que "según los datos del Ministerio de Sanidad, la actual consejera se encuentra con una ley a medio recorrido, con una implantación que ronda el 57%. Casi 18.000 extremeños están recibiendo la prestación a la que tienen derecho, pero aún esperan por ella otros 13.000, entre los que hay más de 4.500 expedientes que aún no se han abierto por primera vez". Se da por supuesto que toda persona que presenta su solicitud va a ser reconocida como persona en situación de dependencia. Esto equivaldría a que todas las personas que solicitaran una vivienda social, todas estuvieran pendientes de recibirla.

Otro error de bulto supone el sumar al total de personas (8.801) que, según los datos del Imserso, están pendientes de ser atendidas, las 4.656 que han presentado solicitud y aún no están valoradas, que finalmente serán o no dependientes en función de lo que determine el baremo. De hecho y siguiendo con los datos del Imserso actualmente en Extremadura son 5.631 (15%) las personas que habiendo sido valoradas no obtienen grado de dependencia o 6.531 las personas que según establece la ley han de esperar hasta 2013 para recibir la atención por no alcanzar el grano y nivel mínimo en vigor.

En otro apartado de la información se puede leer que "El Gobierno de Monago se encuentra con 4.656 solicitudes que aún no se han abierto por primera vez". Las solicitudes no están en cajones esperando hasta que el valorador llame a la puerta del solicitante. Para que la valoración pueda producirse, previamente hay que: -Comprobar que el solicitante cumpla con los requisitos como 5 años de residencia en España y dos inmediatamente anteriores a su solicitud. Comprobar que aporta el informe sobre sus condiciones de salud para poder aplicar el Baremo de Valoración de Dependencia. Y digitalizar la solicitud en el Sistema de Información (SISAAD) para registrarla, gestionarla y trasladarla a los Equipos de Valoración.

Es importante valorar que se registran más de 1.100 solicitudes de media al mes, por tanto el retraso en cuanto a lo que se espera, rondaría a lo más en cuatro meses. Y digo que a lo más porque además hay que tener en cuenta que muchas de estas 4.656 solicitudes tienen paralizado el procedimiento por razones imputables al ciudadano: falta de documentación obligatoria, pendiente de ser localizado por falta de datos en su solicitud o los aporta erróneamente, desiste de su solicitud, etcétera.

Según la información, el PP tachó de "Negligencia, retraso, chapuza..." el desarrollo de la ley en Extremadura. Desde mi punto de vista, estas afirmaciones supusieron falta de rigor en su momento y carencia de referencias claras que permitieran dar valor a un posicionamiento demagógico y poco responsable, sin datos ni argumentos.

Cuando el PSOE deja el gobierno de la Junta de Extremadura, somos la 5 comunidad autónoma que más solicitudes tiene en relación a su población y a pesar de ello estamos por encima de la media del país en la aplicación de la ley, sexta en dictámenes y novena en personas beneficiarias de alguna prestación económica o servicio. Tan importante es el qué como el cómo . El VI dictamen del Observatorio de la Dependencia, emitido por la Asociación Estatal de directores y gerentes en Servicios Sociales, otorga un aprobado a Extremadura midiendo lo realizado en términos cuantificables sin valorar si las cosas se hacen bien o mal. Lo que está claro es que otros indicadores, tanto o más objetivos, seguramente nos reconocería cuestiones tan importantes para todos como es la atención a quién más lo necesita generando empleo para quien también lo necesita.

La necesidad de momentos de gloria puede pervertir el sistema, dando prestaciones económicas para el cuidado en el entorno familiar indiscriminadamente como han hecho muchas comunidades gobernadas por el PP, seguramente las cifras serían distintas, pero dinamitarían el espíritu de la ley, la construcción de un sistema de atención responsable y de calidad y el desarrollo económico que la acompaña. Ahora al PP le toca rematar lo hecho por el PSOE y seguir por la senda marcada o pervertir la ley cayendo en la tentación de prestaciones de cuidado en el entorno familiar que ahogarían el potencial y el espíritu de una norma clave para las personas más vulnerables y el desarrollo de nuestra sociedad.