La dirección de Liberbank, el banco en el que quedó integrada Caja de Extremadura, convocó ayer a la representación legal de los trabajadores a una reunión el próximo miércoles, día 23 de octubre. Según se explicó ayer desde la empresa a través de un comunicado interno dirigido a la plantilla, la finalidad del encuentro es «explorar medidas de contención y ajuste de gastos laborales, necesarias —junto con el resto de acciones de reducción de otros costes y las propuestas para la mejora de ingresos—, para afrontar el impacto en el sector del mantenimiento y prolongación de las actuales condiciones de mercado y de las consecuencias en el negocio de la política monetaria vigente». En la mencionada nota se aseguró también que el objetivo es que el impacto sobre el empleo de estas medidas sea «el menor posible».

Fuentes sindicales precisaron ayer, por su parte, que la convocatoria de la empresa se realiza con vistas a dar comienzo a las negociaciones en torno a los «artículos 40, 41 y 82.3 del Estatuto de los Trabajadores», lo que supone que se abordarán cuestiones relativas a la movilidad geográfica de la plantilla, la modificación sustancial de condiciones de trabajo (jornada, horarios o cuantía salarial) y «el descuelgue del convenio».