Liberbank tendrá que cerrar 88 oficinas antes de que acabe este año y suprimir 666 empleos antes de finales del 2015. El objetivo del grupo financiero de Caja de Extremadura --junto con Cajastur-CCM y Caja Cantabria-- es contar con un balance no superior a los 39.400 millones de euros a 31 de diciembre del 2016, según recoge el plan de reestructuración aprobado por la Comisión Europea a finales del año pasado.

En este documento remitido por el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y desconocido hasta ahora, figura que Liberbank tendrá que convertirse en un banco mucho más pequeño y reducir su balance en 9.000 millones respecto al volumen de activos que tenía en septiembre de 2012 y más de 11.000 millones respecto a 2011, limitando su actividad bancaria a empresas y particulares.

Esa reducción, según el documento oficial, se centrará en los negocios inversores no principales y en la financiación mayorista. También se contempla la reducción del número de oficinas y del personal a tiempo completo entre las condiciones recogidas en el texto. Liberbank deberá cerrar 88 sucursales --además de las 165 cerradas en 2011 y 2012-- para quedarse con 1.072 puntos de atención y tendrá que recortar la plantilla hasta los 4.600 empleados, lo que supone suprimir 666 puestos de trabajo. El documento no detalla cómo afectará esta reducción a las diferentes entidades que conforman Liberbank, incluida la extremeña.

RECAPITALIZACION La reducción del balance, del número de oficinas y del empleo complementan otros capítulos del plan de recapitalización de Liberbank ya conocidos y que el grupo ha ejecutado o tiene en marcha. Se trata de la transferencia de activos a la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el llamado banco malo, la venta de activos y negocios, la desinversión en empresas participadas y el canje de deuda subordinada y participaciones preferentes por acciones y bonos convertibles, además de la salida a Bolsa a mediados de mayo.