La licitación de obra pública ha caído en Extremadura un 94,1% desde el año 2009, al pasar de un volumen de inversión de 1.171 millones de euros ese año a 69 millones en 2012, mientras que inversión privada es "prácticamente inexistente".

Estos datos han sido facilitados hoy por el presidente de la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción de Cáceres, Carlos Izquierdo, quien ha comparecido ante la Comisión de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo del Parlamento extremeño para informar, a petición del Grupo Socialista, de la situación del sector.

Izquierdo ha advertido también de la pérdida de empleo en el sector en la región, que ha pasado de tener unos 45.000 empleados en 2007 a menos de 15.000 en 2013 y ha alertado de la desaparición de unas 1.700 empresas tan sólo en el último año y medio.

Por ello, ha destacado que "hoy es más importante que nunca" impulsar la licitación de obra pública, porque si no se invierte la tendencia, el sector se verá abocado "al cierre patronal y a la total paralización", con lo que ello puede significar, ha advertido, para la región.

El representante de los constructores cacereños ha mostrado, sin embargo, la "desesperación" del sector, ya que ha dicho que no ven ningún tipo de cambio de política en las distintas administraciones que les haga albergar "algún tipo de esperanza".

Ha especificado, además, que los trámites técnicos de cualquier obra pública harían que de proyectarse ahora alguna, no se pudiera empezar hasta primeros de 2015, y ha agregado que todos estos procesos técnicos previos están también totalmente paralizados, lo que lleva a un desánimo total al sector.

Carlos Izquierdo ha denunciado, asimismo, el "reiterado incumplimiento" de los plazos de pago por parte de la administración, pues "actualmente pasan con holgura de los 180 días", y ha destacado que las dificultades de los constructores para obtener financiación son cada año mayores, especialmente en Extremadura.

Esto le ha llevado a preguntarse "por qué se sigue ayudando al sector bancario con el dinero y el sacrificio de todos" si éste no hace que fluya el crédito.

Ha criticado, además, que por parte de las administraciones ni siquiera se cumplen con las inversiones programadas, en la mayoría de los casos por falta de recursos, y ha lamentado que en Extremadura este año se hayan adjudicado a la empresa pública Tragsa obras por valor de 4 millones de euros, lo que supone casi el 10 por ciento del total de lo licitado en lo que va de año en la región.

Izquierdo ha dicho no entender por qué se favorece a una empresa que no liquida sus impuestos en la comunidad autónoma y que realiza las obras al precio establecido en los presupuestos mientras que las empresas de la región ofrecen una bajada sobre éste de entre el 30 y el 40 por ciento.

De igual forma, se ha criticado que se haya empezado a cobrar por parte de la Junta el impuesto de actos jurídicos documentados.

Por otra parte, con respecto a la inversión privada en construcción, ha dicho que ésta "ha desaparecido prácticamente" en Extremadura, debido fundamentalmente a la falta total de créditos, lo que ha provocado una reducción del 92 por ciento en el visado de obra nueva desde 2007, al pasar de 18.021 visados ese año a 1.444 en 2012.

En ese sentido, ha especificado que es tan complicado obtener un crédito a los constructores extremeños, que "muchas veces hay que hacerlo a través de otras empresas de otro sector, como la agricultura".

"Nos encontramos totalmente marginados y marcados en lo que a concesión de créditos se refiere", ha dicho el presidente de Fecons, quien ha señalado que la demanda de vivienda nueva sigue existiendo en la región, porque "la vida sigue".

Ha explicado, no obstante, que la situación económica actual de los ciudadanos españoles hace que el coste máximo de una vivienda se sitúe ahora entre 130.000 ó 150.000 vivienda, lo que en muchos sitios supone "una misión muy complicada" por los costes del suelo y los de la edificación.

Izquierdo ha indicado que el Código Técnico de la Construcción ha encarecido los costes un 30 por ciento y ha advertido de que si éstos siguen subiendo "será imposible vender el producto final en un futuro".