La licitación de obra pública en Extremadura sigue en el mismo estado de parálisis en el que comenzó el año. En lo que va de 2016, apenas si se han licitado 15,6 millones de euros en la región entre todas las administraciones, de acuerdo a los datos recabados por la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción (Fecons) de Cáceres. De seguir a este ritmo, el año acabaría con alrededor de 53 millones de euros licitados, bastante por debajo del peor año de la crisis, el 2012, cuando se alcanzaron 68,8 millones, y a un abismo de la cifra totalizada en el 2015: 250,8 millones de euros.

"Este año está siendo un desastre en licitación pública. Es el peor arranque de la última década como mínimo", lamenta Joaquín Sánchez, secretario general de Fecons. El que no se haya logrado un acuerdo para formar Gobierno a nivel nacional y la tardanza en aprobar los presupuestos autonómicos están haciendo que las licitaciones lleguen con cuentagotas a los boletines oficiales. Y eso cuando llega algo, porque "la Junta de Extremadura no ha sacado a día de hoy nada, cero", remarca Sánchez.

"Con estas cifras no vamos a ninguna parte", coincide José Luis Iglesias, gerente de la Federación Provincial de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción de Cáceres (Pymecon). A su juicio, los próximos meses tampoco pintan bien. Por un lado, apunta, la posible retención de fondos autonómicos por parte del Ministerio de Hacienda podría complicar la situación. Por otro, unas cada vez más previsibles nuevas elecciones. "Mucho nos tememos que, si nos vemos abocados a otro proceso electoral, teniendo en cuenta el parón de la actividad que suele haber en verano, nos encontraríamos en un año casi perdido. Y eso sería una catástrofe y gravísimo para la lenta recuperación que se atisbaba", arguye.

El grueso de la licitación de estos primeros tres meses y medio ha ido a parar a las obras del AVE, unos 11,6 millones de euros. "No dejan de ser interesantes porque, aunque son adjudicadas a grandes constructoras nacionales, la subcontratación en la mayor parte de los casos la acaban haciendo empresas extremeñas, pero es insuficiente", incide Iglesias. Otro millón y medio corresponde a actuaciones de retirada y lucha contra el camalote y otras especies invasoras del Guadiana. Así que si se restan ambos apartados, el importe que queda es mínimo. "De conservación de carreteras no está saliendo nada. En Extremadura tenemos 9.200 kilómetros de vías y el déficit en su mantenimiento y conservación en estos últimos años supera los mil millones de euros", sostiene Joaquín Sánchez. "Un euro no gastado en conservación ahora a los tres años supone cinco euros y a los cinco años 25", agrega el secretario general de Fecons. No obstante, precisa, "lo peor de todo esto es que se van a tener que devolver fondos europeos si no se licitan todas las obras, lo que supondría una pérdida de dinero para la región".

Esta situación llega en un momento en el que el sector parecía que empezaba a levantar cabeza. El Valor Añadido Bruto (VAB) de la construcción creció un 6,8% en Extremadura durante el 2015, el segundo mayor incremento de entre todas las regiones, solo por detrás de Navarra (7,6%), según un informe de la patronal nacional del sector, Seopan, elaborado con datos del INE. "Una situación como la que estamos atravesando ahora va a significar un nuevo freno", dice Iglesias. "Así es muy difícil sobrevivir, hay empresas que me dicen que están peor que en plena crisis".