Las licitaciones de obra pública realizadas en la región por las distintas administraciones el año pasado sumaron algo más de 231 millones de euros. Este montante supone un significativo incremento, de casi el 60%, respecto a los 144,6 millones del 2016, de acuerdo a los datos facilitados por la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons). «La situación va mejorando algo», resume Joaquín Sánchez, secretario general de Fecons, quien confía en que esta tendencia al alza «se consolide» en los próximos ejercicios, después de venir de un periodo con notables altibajos, en el que se han alternado años muy malos para el sector, como el 2012, con 68,8 millones de euros licitados, o el 2016, con 144,6 millones, con otros más positivos, como el 2014, con 566,7 millones. Todos ellos, en cualquier caso, muy alejados del nivel máximo, alcanzado en el 2009, con más de 1.171 millones, importe que multiplica por cinco el del año pasado.

Sobre las cifras de obra licitada, Sánchez puntualiza dos cosas. Por un lado, que «estos son los precios de licitación. Otra cosa son los de adjudicación, que suelen ser muy inferiores». Por otro, que los datos que manejan son los de las «obras que han salido publicadas, que son a las que nosotros tenemos acceso», ya sea en los boletines oficiales —del Estado, la comunidad autónoma o las diputaciones provinciales—, o en la plataforma de contratación. «Hay muchas obras a las que no tenemos acceso, que son los negocios sin publicidad y las que son encomiendas de gestión. De esas no sabemos cuánto se ha licitado», asegura este responsable de Fecons, si bien, puntualiza, «eso va a cambiar a partir de ahora», con la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público, que entrará en vigor en marzo de este año. Entre las novedades que introduce, está la de que «suprime la posibilidad de contratar sin publicidad».

Sánchez hace hincapié en la excesiva dependencia que tienen los proyectos de obra pública del ciclo electoral, con un aumento progresivo conforme el ejercicio en curso va acercándose a los comicios autonómicos y municipales y una tendencia en sentido contrario una vez que estos se han celebrado. En este sentido, precisa, en el «año anterior a las elecciones la licitación suele subir mucho, así que el 2018, en teoría, tiene que aumentar». No obstante, añade, «el problema para las empresas es la irregularidad, porque no pueden mantener unos mínimos estables. La licitación se reduce más de la mitad entre el mejor y el peor año».

LA JUNTA, UN 60% / Por administraciones, el mayor volumen de las licitaciones del 2017 correspondió a la autonómica, con más de 138,2 millones de euros, cerca de un 60% del total y prácticamente cien millones más que en el 2016. «Principalmente han sido las dos rondas: la de Cáceres, con 31,5 millones, y la de Badajoz, con 41,5 millones», aclara Sánchez. Además, en el 2017 la distribución de la inversión autonómica entre las dos provincias ha estado más equilibrada que en el ejercicio precedente, cuando para Cáceres apenas fue a parar el 27,1% del montante total, frente a casi el 42% que recibió el pasado año.

Por contra, la obra pública del gobierno central se ha desplomado sensiblemente, un 34%, de 77,6 a 51,2 millones. «Ha bajado bastante porque el año anterior había licitado mucho del AVE, que en el 2017 ha caído. La mayor obra del Estado ha sido esta vez el saneamiento de Plasencia, con algo más de 30 millones», resalta.