La demanda de litio se ha multiplicado en los últimos años por su relevancia en el modelo energético y en el futuro de la automoción y las telecomunicaciones: las baterías de los coches y las de dispositivo como móviles o tablet, dependen del litio. Con ambos sectores mantienen ya abiertas negociaciones desde Lihium Iberia para dar una salida comercial a las 2,3 millones de toneladas que extraerán anuales de Las Navas y procesarán en las dos plantas de Cañaveral en las que se obtendrá el litio. Por el momento el único proyecto que se ha concretado es la fábrica de baterías que Phi4tech proyecta instalar en la plataforma logística de Badajoz. Pero aunque ese proyecto salga adelante, únicamente absorberá una parte «mínima» del litio que se va a extraer, según indica.

Para el grueso de la producción, los promotores de la mina están ya en contacto «con otras empresas para abordar la comercialización», según confirman. El principal destino sería la fabricación de baterías en otras industrias al margen de la que se pueda instalar en la región, pero también hay conversaciones «con las firmas de automoción» (para los nuevos modelos de coches eléctricos) y «con firmas de telecomunicaciones» para la fabricación de baterías para dispositivos de telefonía móvil. Además, aunque es un segmento más pequeño, se negocia también con empresas de material sanitario y con la industria cerámica, que también demanda litio para algunos procesos.

Los empresarios trabajan con la previsión de poder enviar el litio a cualquier parte del mundo. «Tenemos una autovía al lado, con la que el transporte terrestre está garantizado», señalan. Y en el caso de que se requiera puerto marítimo o ferrocarril, barajan trasladarlo a Badajoz y, desde allí, al puerto más próximo, en función de los acuerdos con los compradores.