El aceite vegetal usado arrojado por el fregadero es una de las principales causas de contaminación de las aguas residuales urbanas, provocando un mayor coste en el funcionamiento de las estaciones depuradoras.

Así se estima que por cada litro de aceite arrojado se contaminan unos 20.000 litros de agua.

En primer lugar porque el aceite al ser tirado por el desagüe se mezcla con los detergentes de las lavadoras y lavavajillas, produciendo una emulsión que genera jabón.

El jabón tapona las tuberías y los ´bajantes´ de la comunidad, así como las bombas de las alcantarillas que trasladan las aguas residuales hasta la depuradora municipal, elevando los costes de depuración.

Además, la presencia de aceites vegetales y de grasas generan problemas en el medio natural, contaminando los cursos fluviales, la fauna y la flora.