Desde el próximo 1 de enero el litro de gasolina será 2,4 céntimos más caro y el de gasoil 2 céntimos más, atendiendo al denominado céntimo sanitario , una medida aprobada ayer en el pleno de la Asamblea con los votos a favor del PSOE y en contra del PP, que busca pagar más por el combustible para financiar la sanidad. Afectará a todos los conductores, salvo a los profesionales del transporte, y la Junta prevé ingresar con este tributo en torno a 20 millones de euros anuales. La diputada del PP Cristina Teniente criticó este impuesto "que afectará a todos los ciudadanos" y la calificó de "injusto, antisocial e insolidario", además de ser, a su juicio, "contrario a la normativa comunitaria", informa Efe.

Sin embargo, el diputado socialista Jorge Amado defendió la subida de impuestos como "un instrumento esencial para prestar servicios", pero siempre desde "una política fiscal solidaria".

No está de acuerdo en este caso Casto Bravo, presidente de la Asociación Regional de Empresas y Estaciones de Servicio, que considera una "barbaridad" la aplicación del céntimo sanitario , porque "quien paga el pato son los usuarios y las gasolineras". En su opinión, mermará los ingresos de las estaciones de servicio "que han caído ya un 15% de media en un año" por los "precios disuasorios", y con este tributo "las cosas se van a poner aún peor".