La investigación del caso, realizada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llerena, ha sido un trabajo largo y exhaustivo. En total, casi doce meses de investigación tras las denuncias realizadas por dos prostitutas de Llerena y Valencia de Alcántara, que han servido para desmantelar una presunta e importante red de prostitución que trabajaba desde Extremadura y mantenía varios contactos en el extranjero.

Para ello, los agentes han intervenido llamadas telefónicas en las que se mantienen conversaciones con los supuestos contactos en el extranjero y han llevado a cabo una vigilancia especial a los implicados en el caso. En este sentido, los agentes disponen incluso de recetas de farmacia y documentos que acreditan la compra de pastillas abortivas que eran suministradas a las mujeres que se quedaban embarazadas. La investigación continúa abierta y ya hay nuevos imputados.